La Gloria de San Agustín

Cerrado por vacaciones

  • Nos vamos a Trassierra, que yo creo que es todavía un veraneo más cordobés que irse a Fuengirola

Señalización hacia Santa María de Trassierra.

Señalización hacia Santa María de Trassierra. / El Día

Me ha dado por titular así lo mío de hoy después de ver lo que he leído en la frutería de la calle Dormitorio, y se me ha antojado, la verdad, que siempre me ha hecho mucha gracia este letrero, y porque yo lo escriba una vez tampoco va a pasar nada. Pues eso, que me voy, nos vamos, como ya les he estado contando.

Nos vamos a Trassierra, que yo creo que es todavía un veraneo más cordobés que irse a Fuengirola, porque ese fue el primer destino que tuvieron los cordobeses cuando apretaba el calor, y lo de ir a la playa no estaba tan de moda. Porque lo de la playa, aunque muchos no lo sepan, es una cosa más o menos reciente, que hasta los años 70 o así no se estilaba mucho.

Yo creo que mis padres fueron a la playa dos o tres veces, y puede que fueran menos. La primera vez invitados por un primo de mi madre, que se compró una casita en Los Boliches, que entonces no había ni los apartamentos ni los hoteles que hay ahora, que esas cosas no tienen tanto tiempo. Y es que antes sólo estaban morenos en verano los que trabajaban al aire libre, como la gente del campo o lo albañiles.

También algunos representantes, que teníamos un vecino que se llamaba Pedro que tenía el brazo negro de llevarlo apoyado en la ventanilla del Talbot Horizon, que menudo cochazo era ese. Lo de la moda de estar morenos en verano, y que ya se ha extendido al invierno, con los rayos esos que se meten en cuerpo, no es de hace tanto. Y según dicen, los de clase alta veían con malos ojos a los que se ponían morenos porque eso significaba lo que significaba. Que trabajaban de sol a sol, que ahora que lo pienso nada hay que criticarles nada, sino todo lo contrario.

Pues a Trassierra que nos vamos, Cayetano, Soraya y yo, que nuestro amigo nos ha dejado el chalé durante todo el mes, para que estemos pendientes de las plantas, de la piscina y de los cuatro tomates que tiene plantados. Como somos muy ordenados, sobre todo Soraya, ya hemos comprado todo lo que nos vamos a llevar, que allí hay un arcón de los buenos, y ya no tenemos que salir. Cómo nos vamos a poner, que hemos comprado para alimentar a un regimiento.

De cocinar nos vamos a encargar los tres, que todos tenemos mano en algo, y Soraya va cargada de novelas, que se pasa el día leyendo. Esos ratos los aprovecharemos Cayetano y yo para ponernos al tanto de nuestros equipos, que vaya plantillones han hecho nuestro Córdoba y el Futsal.

En fin, que yo sé que echaré de menos mi Córdoba bendita y el barrio, pero yo creo que lo vamos a pasar de lujo. Si alguna vez me sale la pena, me asomo al mirador y así sigo para adelante. Que lo pasen muy bien, nos leemos en septiembre.

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