El ministro de Consumo, Alberto Garzón, concedió al diario británico The Guardian una entrevista hace unas semanas que ha desatado una bomba política. En el curso de esa entrevista el ministro se manifestó a favor de la ganadería extensiva y criticó la ganadería intensiva. Dijo textualmente que "las macrogranjas se instalan en áreas despobladas de España y ponen 4.000, 5.000 o 10.000 cabezas de ganado; contaminan el suelo, el agua y luego exportan carne de poca calidad de animales maltratados".

Ese debate sobre las macrogranjas y la ganadería intensiva se ha colado en el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba con dos visiones totalmente enfrentadas, la de las bancadas de la derecha -contra el ministro y su mensaje- y la de la izquierda -a favor del ministro y de su mensaje-. A la sesión plenaria del mes de enero han llegado tres mociones distintas sobre el asunto presentadas por cinco de los seis grupos de la Corporación.

Finalmente, la única que ha salido adelante ha sido la que exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el cese inmediato del ministro de Consumo "por sus ataques a la ganadería y al sector cárnico español". La propuesta ha salido adelante con el voto de calidad del alcalde, José María Bellido, tras los votos a favor del PP y Cs -grupos de los que era la moción- y los votos en contra del PSOE, IU, Podemos y Vox. La falta de un concejal en IU -el lugar que deja la recientemente fallecida Amparo Pernichi- propició en empate a 14 votos entre los síes y los noes, empate que se rompió con el voto de calidad de Bellido.

Las mociones rechazadas han sido la presentada por IU y Podemos "para el rechazo a la instalación de macrogranjas en el término municipal de Córdoba" y la que ha llevado Vox "para la defensa de nuestro sector ganadero y en contra del ministro de Consumo". Todas las propuestas se han debatido de manera conjunta y durante el debate los grupos de la izquierda le han reprochado a Bellido que haya ido "mandado por su partido a hacerse la foto" en una explotación ganadera.

Durante dicho debate, la primera teniente de alcalde y edil de Cs, Isabel Albás, ha insistido en que "el señor Garzón vuelve a meter la pata, como hizo con el sector turístico, con un sector ganadero que es una de las industrias más importante que tenemos, que genera una carne de calidad y que es el artífice de que nuestros pueblos sigan teniendo vida". En un sentido parecido se ha pronunciado el portavoz del PP, Miguel Ángel Torrico, quien ha incidido en que "un ministro no puede poner en riesgo a todo un sector productivo que es muy importante para este país y para nuestra provincia". Torrico ha defendido que la ganadería extensiva y la intensiva son dos sectores absolutamente interrelacionados y ha preguntado "¿por qué la izquierda quiere hacer ganaderos buenos y ganaderos malos, carne de primera y carne de segunda?".

Mientras que el portavoz de IU, Pedro García, ha defendido que "lo que ha dicho Garzón es lo mismo que han dicho todos los documentos oficiales de casi todos los partidos, de casi todas las administraciones públicas y de las entidades científicas", y que no es otra cosa que aplicar la Agenda 2030, "algo que han votado la mayoría de los partidos que están representados en esta Corporación".

También se ha referido a la Agenda 2030 el viceportavoz de Vox, Rafael Saco, quien ha defendido que las palabras de Garzón no son una ocurrencia "sino la aplicación de la Agenda 2030 que va a acabar con nuestra ganadería; esa agenda es contraria a los intereses de nuestros ganaderos y va contra nuestras exportaciones". Saco ha insistido en que la ganadería intensiva tiene que seguir existiendo y conviviendo con la extensiva.

Por su parte, el concejal del PSOE José Antonio Romero ha destacado que el debate suscitado con las declaraciones de Garzón es una campaña del PP para desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez, "porque lo que quieren es rascar unos poquitos votos". Romero, quien ha defendido que Pablo Casado obliga a los cargos públicos de su partido a hacerse la foto en explotaciones ganaderas "como ha hecho el alcalde", ha insistido en que en este asunto "el PP dice una cosa cuando está en la oposición y otra cuando está en el gobierno; en 16 ayuntamientos han gobernado en contra de las macrogranjas".

"Se ha criticado a Garzón por decir la verdad, por decir todo lo que defiende la ciencia. No hay quien pueda demostrar que es sano tener a los animales afinados atiborrados de antibióticos y hormonas para que luego nos comamos esa carne", ha puntualizado la portavoz de Podemos, Cristina Pedrajas.