Córdoba

Asenjo corona a María Auxiliadora en el bulevar ante unos 9.000 fieles

  • La imagen es trasladada en Rosario de la Aurora desde la Catedral hasta el altar situado ante la parroquia de San Nicolás · El administrador apostólico pide que la Virgen sea el "centro de la vida"

La familia salesiana vio ayer cumplido uno de sus mayores anhelos cuando el administrador apostólico, Juan José Asenjo, impuso a María Auxiliadora la presea elegida por la comunidad religiosa para la coronación pontificia. El bulevar del Gran Capitán, al que acudieron en torno a 9.000 fieles -según los datos facilitados por la Policía Local-, enmudeció durante los segundos empleados por el prelado para subir al lugar en el que se encontraba la imagen para ceñirle la corona, momento que tuvo lugar al filo del mediodía. Acto seguido, una suelta de globos con los colores azul celeste y rosa, propios de esta advocación, el prolongado sonido de las campanas de la parroquia de San Nicolás y el caluroso aplauso de los asistentes -muchos de ellos visiblemente emocionados y con lágrimas en los ojos- sirvieron para engrandecer la fiesta.

Han tenido que pasar algo más de 100 años para que los salesianos logren la distinción pontificia para la imagen que preside el altar del santuario cordobés. Tanto el administrador apostólico como el rector mayor de esta congregación religiosa, Pascual Chávez, se detuvieron en la trayectoria de estos religiosos desde su llegada a la capital a principios del siglo XX. Esta larga espera y la ilusión de quienes están ahora al frente de la comunidad salesiana en Córdoba se vieron traducidas en el gran despliegue montado por toda la ciudad. Varios centenares de balcones lucían ayer una estampa con la imagen de María Auxiliadora, algunas de ellas colocadas sobre colgaduras azul celeste y rosa. Hubo también flores para adornar algunos de los puntos por los que pasó esta talla y hasta la torre de San Nicolás amaneció con la bandera pontificia y la de María Auxiliadora.

El programa de actos de la coronación sumó ayer su último episodio. Atrás quedaron la primera toma de contacto entre Asenjo y los representantes de la familia salesiana y la carta remitida por el Papa Benedicto XVI para aprobar la iniciativa de esta comunidad. Este último capítulo se inició justo a las 08:30, cuando el cortejo se dirigió desde la Catedral al bulevar en Rosario de la Aurora. La procesión se llevó a cabo con la solemnidad que identifica a las grandes devociones de una ciudad. Junto a María Auxiliadora iban desde la comunidad educativa -tanto profesores como alumnos- como fieles procedentes tanto de la capital como de otros puntos de Andalucía. Esta misma mañana, antes de que comenzara la procesión, llegaron autobuses de Sevilla y Jaén, entre otras ciudades.

El propio monseñor Asenjo hizo especial hincapié en la representación de la sociedad que estuvo presente en el bulevar del Gran Capitán. Hubo tanto autoridades militares como municipales y religiosas -no acudió, sin embargo, el alcalde, Andrés Ocaña, que había anunciado su asistencia-, así como componentes de diversos movimientos vinculados a la congregación de los Salesianos. El administrador apostólico agradeció a todos ellos su presencia en el acto de la coronación pontifica de María Auxiliadora. El obispo alcarreño ensalzó durante la homilía de ayer la figura de la Virgen y pidió a los asistentes que se convierta en el "centro de nuestras vidas" y dedicó numerosos calificativos a la patrona de la comunidad salesiana.

Asenjo precisó asimismo que el hecho de coronar a María Auxiliadora por orden del Papa Benedicto XVI es un "honor inmerecido" y recordó la primera reunión celebrada junto a Andrés González y Miguel Aragón, promotores de la coronación junto a otro grupo de salesianos de Córdoba. Manifestó que tanto en aquel encuentro como en los sucesivos "les pedí que fueran evangelizadores, pastorales y que no buscaran otros fines que el de la renovación de la devoción a la Virgen, así como que fueran austeros y cumplieran con los más necesitados".

Ésta no es, sin embargo, la única coronación canónica concedido por el también arzobispo coadjutor de Sevilla. Asenjo llegó a la ciudad a los pocos meses de que la Virgen del Socorro fuera coronada en la plaza de Corredera ante varios miles de personas, una distinción pontificia aprobada años atrás por el entonces obispo Francisco Javier Martínez -actual arzobispo granadino-. La propuesta de coronar a María Auxiliadora fue la primera que le llegó, pero después recibió las de la Virgen de Linares y la Virgen del Carmen de San Cayetano, que serán coronadas en los próximos años.

La patrona de la comunidad salesiana es, por su parte, la sexta Virgen que recibe esta distinción en la capital. Los Dolores fue la primera coronada canónicamente en una misa celebrada en la avenida Conde de Vallellano en 1965 oficiada por el cardenal Bueno Monreal. Tras la titular de la hermandad servita, el Vaticano concedió este reconocimiento a las Vírgenes de las Angustias, en 1987 en la iglesia de San Pablo; el Rosario, en 1993 en la Catedral; la Fuensanta, en 1994 también en el bulevar del Gran Capitán; y la citada Virgen del Socorro, coronada en la plaza de la Corredera en septiembre de 2003.

La intervención del rector mayor de los Salesianos -la máxima autoridad de esta comunidad en Roma-, Pascual Chávez, fue uno de los momentos más esperados de la jornada de la coronación pontificia de María Auxiliadora. Aunque visitará otras ciudades -como Sevilla-, su presencia en España la justifica únicamente el acto que convocó ayer a cerca de 9.000 personas en el bulevar del Gran Capitán. El noveno sucesor de San Juan Bosco se situó en el altar montado frente a la parroquia de San Nicolás junto a otros sacerdotes tanto de esta congregación como de la Diócesis en general y allí recibió a la imagen venerada por los cordobeses. Aunque había varias decenas de religiosos, hacia él iban dirigidas la mayoría de las miradas de los fieles, deseosos de oír sus palabras.

Chávez habló justo después de que monseñor Juan José Asenjo colocara la presea a María Auxiliadora, aún con los globos sobrevolando el cielo de Córdoba y minutos después de que las campanas dejaran de sonar. El rector salesiano destacó el fervor profesado hacia la Virgen e incluso llegó a decir que "ni en Italia hay una devoción como la de España, ni en España hay una devoción como la que hay aquí en Andalucía". Acto seguido, gritó "os lo merecéis", lo que conllevó una gran ovación por parte de los presentes en este céntrico enclave de la ciudad.

También agradeció al administrador apostólico que aprobara la propuesta realizada desde la comunidad cordobesa para cumplir el sueño de coronar la imagen que preside el santuario de María Auxiliadora. No pasó tampoco por alto la figura de San Juan Bosco, alma mater de los Salesianos y se hizo eco de unas palabras suyas: "María se pasea aquí en el patio". Con esta referencia el sucesor de San Juan Bosco se refería al estilo de su congregación.

El rector, con la imagen de María Auxiliadora -ya coronada tras de él-, dio muestras de sentirse ilusionado con todo lo que estaba aconteciendo en el bulevar de la avenida del Gran Capitán. Sonrió en numerosas ocasiones y se comprometió a pedir por los fieles de Córdoba durante la misa que se celebrará el próximo 24 de mayo en Turín, cuna del movimiento religioso salesiano. Ese mismo día, en la capital también se desarrollará una procesión presidida por María Auxiliadora.

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