CHAMPIONS | CRÍTICA

Discreta versión del éxito español

El actor Woody Harrelson protagoniza la película.

El actor Woody Harrelson protagoniza la película. / D. S.

El enorme y justo éxito, porque estaba basado en una buena idea bien filmada y mejor interpretada, de Campeones de Javier Fesser en 2018 ha motivado esta versión americana con participación española en la producción. El resultado es correcto pero inferior al español: es más mecánica y tiene menos alma y menos gracia. Dicho sea sin chovinismo. Porque en Fesser no solo había habilidad profesional y legítimo cálculo comercial, también un sincero interés por mostrar las capacidades de los discapacitados, la normalidad de los antes llamados anormales y las posibilidades de realización personal y de socialización que solo se les están empezando a abrir. Una importante llamada de atención que encontró una espectacular acogida y multiplicó su llamada de atención con el Goya al mejor actor revelación concedido a Jesús Vidal. La versión americana no renuncia, por supuesto, a estos principios y algún bien hará, además de procurar un discreto y amable entretenimiento. Pero no logra transmitirlo con tanta gracia y naturalidad.

La dirige mecánicamente Bobby Farrelly, parte del dúo estrella de la nueva comedia gamberra americana junto a su hermano Peter, que ahora debuta en solitario. La interpreta en el papel del entrenador Woody Harrelson con menos gracia y sobre todo vulnerabilidad que Javier Gutiérrez. El protagonismo de los jugadores y de sus historias personales cede el paso a una historia romántica entre Harrelson y la hermana de uno de los chicos. No ha sido una buena idea.  

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