Aprendiendo del agua para transformar Montilla

Veinte años han pasado desde que el Ayuntamiento de Montilla e Hidralia —empresa medioambiental especializada en la gestión del ciclo integral del agua— constituyeron la empresa mixta Aguas de Montilla con un compromiso claro: garantizar en todo momento un suministro de agua de calidad, sostenible y resiliente frente a los retos climáticos del presente y del futuro.

Desde su puesta en marcha, la entidad ha mantenido una hoja de ruta firme basada en la modernización constante de infraestructuras, la eficiencia hídrica y la sostenibilidad del servicio. Dos décadas después, Montilla se ha consolidado como un referente provincial en gestión, ahorro de recursos y adaptación a los nuevos escenarios climáticos.

“Desde nuestros inicios hemos acompañado el crecimiento de Montilla con soluciones que han permitido garantizar el suministro incluso en los periodos de sequía más severos. La prioridad siempre ha sido ofrecer un servicio fiable, sostenible y atento a las necesidades de la ciudadanía”, destaca el gerente de Aguas de Montilla, Lorenzo Cuenda.

Inversiones y eficiencia

La constitución de la empresa supuso un primer impulso inversor de 800.000 euros destinados a sustituir redes de abastecimiento y modernizar instalaciones básicas. Posteriormente, Aguas de Montilla ha continuado ampliando y renovando infraestructuras con recursos propios, hasta superar los 3,4 millones de euros adicionales.

En total, más de 4,2 millones invertidos en depósitos, redes de abastecimiento y saneamiento, sectorización, control de fugas y sistemas de telegestión.

La red de abastecimiento ha crecido de 71,3 km a 83,32 km, mientras que el sistema de alcantarillado ha pasado de 71,5 km a 96,5 km. Esta ampliación se complementa con un profundo conocimiento técnico de las conducciones, desde materiales y diámetros hasta análisis hidráulicos mediante modelos matemáticos, lo que se traduce en mayor rendimiento y menor pérdida de agua.

La mejora también se refleja en los datos; el más significativo es el del agua no registrada, aquella que se pierde en fugas, subcontajes de contadores o fraudes, reduciéndose de los 800.000 m3, anteriores a la mixta, hasta los 261.501 m3 del 2024. Un descenso de más de 540.000 m3, lo que supone dejar de perder unos 5 Hm3 en los últimos 20 años gracias a sistemas innovadores de control de fugas y sectorización.

A ello se suma la implicación de la ciudadanía. El consumo por habitante ha descendido de 162 litros a 119 litros/día, situándose como uno de los más bajos de la provincia de Córdoba.

En paralelo, se ha dado un salto en digitalización: oficina virtual, facturación electrónica, avisos multicanal de consumo y alertas personalizadas de cortes o anomalías, haciendo el servicio más accesible, inmediato y sostenible.

Seguir mirando a la naturaleza

La filosofía operativa de Aguas de Montilla en esta nueva etapa se apoya en una premisa clara: las soluciones que ofrece la naturaleza son el camino para garantizar el futuro del agua.

Este enfoque se materializa en la apuesta por la circularidad del recurso y la transformación de la EDAR en una auténtica ecofactoría, un modelo que va más allá de depurar el agua. Su objetivo es aprovechar todos los residuos para convertirlos en recursos valiosos.

¿Cómo funciona una ecofactoría? Primero, regenera y reutiliza las aguas residuales, aplicando los tratamientos adecuados para nuevos usos como el riego de zonas verdes o la limpieza de calles. Además, valoriza sus residuos para nuevos recursos, como biofertilizantes; reduce el consumo energético, fomentando el uso de energía verde como el biogás o la fotovoltaica; e impulsa la renaturalización de las instalaciones, preservando la biodiversidad local mediante acciones como la reintroducción de especies en declive o el uso de flora autóctona.

También se ha realizado una firme apuesta por la naturalización de la planta y se ha instalado un hotel para insectos, una estructura artificial diseñada para servir de hogar o refugio a diversas especies de insectos. Construido con materiales naturales como madera, cañas huecas, piñas y otros materiales reciclables, imitan los hábitats naturales donde los insectos anidan. Los hoteles para insectos tiene diferentes beneficios para la zona como es el control biológico de plagas, ya que atrae a insectos beneficiosos que se alimentan de plagas, reduciendo la necesidad de pesticidas, o el fomento de la polinización.

Por otro lado se han colocado cajas nidos tanto para murciélagos como para pájaros, que ayudan a conservar la biodiversidad al proporcionar un lugar seguro para que las aves y los murciélagos aniden y críen, logrando un equilibrio ecológico ya que las aves y los murciélagos juegan un papel importante dentro del ecosistema de la depuradora al ser insectívoros y controlar por ejemplo poblaciones como las de mosquitos.

El reto continúa

La conmemoración de estas dos décadas llega en un momento decisivo ante los desafíos que presenta el cambio climático y la urgencia de preservar un recurso cada vez más limitado. Tras veinte años garantizando el suministro, modernizando la red y promoviendo soluciones basadas en la naturaleza, Aguas de Montilla afronta una etapa clave: consolidar una gestión que anticipe los fenómenos extremos, minimice las pérdidas, amplíe la circularidad del agua y asegure el abastecimiento para las próximas generaciones.

Hoy, la misión va más allá de suministrar agua. Implica educar, acompañar, regenerar ecosistemas, impulsar la eficiencia energética y avanzar tecnológicamente para que el municipio sea más resiliente, verde y preparado. Se trata de fortalecer la alianza entre ciudadanía, administración y naturaleza, apostando por un modelo que sitúe a Montilla como referencia en innovación hídrica en Andalucía.

“Miramos al futuro con la responsabilidad de quienes saben que el agua ya no es solo un servicio, sino un compromiso colectivo con la vida, el territorio y quienes lo habitan”, asegura Lorenzo Cuenda.