Juicio caso marta del castillo

El testigo clave avala que Marta fue sacada del piso de madrugada

  • El vecino de León XIII y cinco policías desmontan las versiones y coartadas de tres acusados.

El testigo clave de la investigación del asesinato de Marta del Castillo avaló este miércoles en la sexta sesión del juicio la hipótesis del juez instructor respecto a que el cuerpo de la joven fue sacado del piso de León XIII durante la madrugada, al corroborar que sobre la 1:30 del 25 de enero coincidió en el portal del bloque con Miguel Carcaño, que estaba parado frente a un espejo y llevaba la silla de ruedas en la que supuestamente trasladaron el cadáver hasta un coche.

 

La sesión no fue favorable para los imputados, puesto que este testimonio y los cinco policías del Grupo de Menores (Grume) y de Homicidios que comparecieron ante el tribunal pusieron en entredicho las versiones y coartadas que han ofrecido tres de los cuatro procesados, todos menos Javier Delgado, el hermano de Miguel. De estos testimonios se desprende que Miguel mintió cuando dijo que sacaron el cuerpo de inmediato tras el crimen, como también lo hizo Samuel cuando insistió en que se autoinculpó por las amenazas de la Policía, y María García, que afirmó que estuvo sola estudiando aquella noche y no vio a Miguel, y estaría por tanto encubriéndolo.

 

De nada sirvió el intento de las defensas de hacer ver a Diego Carrere, el vecino de Miguel, que se podía haber confundido de franja horaria en el momento de verle portando la silla de ruedas, dado que Carcaño dijo en el juicio que sacaron el cuerpo en torno a las 21:15 horas y que fue cuando regresaba a limpiar los restos cuando le vio su vecino. El testigo reconoció que coincidió en dos ocasiones con el asesino confeso; la primera en torno a las ocho de la tarde, cuando llevaba una ropa clara; y la segunda sobre la 1:30 de la madrugada siguiente, ya con prendas oscuras. 

 

El vecino se mostró totalmente seguro al afirmar que no tiene duda alguna sobre esta hora y para acreditarlo recordó que después de haber visto con su novia una película -El gran Lebowski-, envió un mensaje a la 1:13 a los amigos con los que habían quedado para salir y cinco o diez minutos después, tiempo que tardaron en arreglarse, abandonaron la vivienda. Este horario también coincide con el programa de televisión que estaba viendo su madre, algo que corroboraron los policías, dijo el testigo, que negó en todo caso que los investigadores "trataran de convencerle" sobre los horarios, a pesar de que esta expresión fue la que utilizó el testigo cuando declaró en el juzgado de Instrucción para referirse a las comprobaciones de las llamadas que hizo aquella noche.

 

El testimonio de Diego Carrere fue confirmado por la que entonces era su novia, Laura Pérez, quien confirmó que salieron del piso pasada la una de la madrugada, algo que recuerda porque "iban tarde y con prisa" para ver a sus amigos.  

 

En la sesión de este miércoles declararon algunos policías que participaron en la investigación y que manifestaron que nadie coaccionó o presionó al que fuera amigo íntimo del asesino confeso Samuel Benítez para que se autoinculpara en el crimen o que le indicaran los detalles que tenía que contar y desde dónde arrojaron el cuerpo al río. Los agentes desmontaron la versión que el propio acusado dio en la vista oral, en la que sostuvo que los policías le entregaron un bolígrafo y le hicieron dibujar un plano con los datos que le proporcionaron sobre la zona donde debía decir que se deshicieron del cuerpo.

 

Un inspector del Grupo de Menores (Grume) afirmó que ninguno de los imputados fue amenazado. "Ni se les amenazó ni coaccionó ni golpeó ni nadie le pintó planos", dijo el funcionario, que reconoció que se les repitió "infinitas veces" las ventajas que tendrían en caso de colaborar con la Justicia y mostrar signos de arrepentimiento.

El investigador precisó que desde un primer momento las sospechas se centraron en Miguel Carcaño puesto que todos los amigos de Marta con los que habían contactado habían destacado que era una joven "normal", que estaba bien en su casa y no tenía intención de fugarse, y en su primera declaración el asesino confeso ofreció una versión completamente distinta. Miguel les dijo a los policías que Marta tenía intención de marcharse de casa, porque estaba "harta" de las normas que le imponían sus padres en casa. En ese momento, no obstante, la Policía tenía aún abiertas todas las líneas de investigación, desde que la desaparición pudiera obedecer a una huida voluntaria o a un accidente.

 

Otro de los policías dijo que la declaración inicial de Samuel Benítez, en la que indicó que ayudó a Miguel a trasladar el cuerpo hasta el río en moto, fue "completamente espontánea", sin recibir ninguna indicación o sugerencia. Cuando Samuel dijo que habían tirado el cuerpo al río, se interrumpió la declaración para trasladarle a la pasarela de Camas para que señalara el punto exacto donde tiraron el cuerpo de Marta, pero el detenido no lo pudo precisar.

 

Otro agente también negó que se dieran pistas o se hicieran sugerencias a Francisco Javier García Marín, el Cuco, sobre lo que tenía que declarar. "Así no se trabaja", negó con rotundidad otro funcionario del Grume, que añadió que en ningún momento el menor dijo que había estado de botellona.

 

El inspector añadió que Samuel Benítez se mostró "en principio bastante colaborador" y mostró sus "sospechas" sobre la posible implicación de Carcaño, ya que, según el testigo, dijo que "estaba preocupado por si Miguel había hecho alguna locura", un dato que contrastaron con el hecho de que otros amigos apuntaran el carácter "violento y que no podía controlar sus impulsos".

 

Los investigadores también se pronunciaron sobre la implicación de María García Mendaro, la novia del hermano, y en este punto aclararon que "sospecharon de la veracidad" de su testimonio porque dijo que desde las 11:30 de la noche del 24 de enero había estado en León XIII hasta las ocho y media de la mañana siguiente, y que en ese tiempo no vio nada extraño. A las 8:30 se marchó a unas oposiciones y regresó a la vivienda sobre las 11:30, añadió el funcionario.

 

Uno de los agentes del Grupo de Homicidios que se presentó en el piso de León XIII sobre las siete y media de la tarde del día 25 de enero aseguró que el domicilio "olía a limpieza, pero no tenía un olor particular" y añadió que María García le permitió acceder a la vivienda e inspeccionarla. Este testigo dijo que las "sospechas estaban encaminadas desde primera hora" hacia Carcaño, porque no era normal que no diera explicaciones y había resultado complicado ponerse en contacto con él y con su hermano.

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