Tribunales

El juez archiva la denuncia por acoso sexual a cuatro temporeras marroquíes

  • El auto refleja que no ha quedado “debidamente justificada” la perpetración del delito

Un grupo de temporeras en los huertos de fresa de Huelva.

Un grupo de temporeras en los huertos de fresa de Huelva. / M. G.

El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de la Palma del Condado (Huelva) ha acordado el archivo de la denuncia presentada por cuatro temporeras marroquíes por supuestos acosos y abusos sexuales de un empresario agrícola de Almonte, al considerar que de la investigación practicada se desprende que no ha quedado "debidamente justificada" la perpetración de los delitos denunciados.

La petición de sobreseimiento fue planteada por el penalista Francisco Baena Bocanegra, que representa al empresario investigado y quien alegó precisamente que la denuncia de las trabajadoras marroquíes no había quedado acreditada y se trataba de una "maniobra" para evitar su expulsión de España una vez finalizados los contratos de trabajo.

El juez le ha dado ahora la razón al empresario, en un escueto auto en el que en dos folios da carpetazo a la denuncia porque entiende que los hechos denunciados no han quedado acreditados a lo largo de la investigación practicada, en la que se tomó declaración "como prueba anticipada o preconstituida" a las cuatro súbditas marroquíes ante el riesgo de concluyera su contrato de trabajo y regresaran a su país, todo ello con la idea de "salvaguardar sus derechos y adoptar las medidas oportunas con todas las garantías, explicaba el juez en el auto que acordaba la apertura de las diligencias previas.

Los hechos se destaparon como consecuencia de una visita que el diputado Diego Cañamero y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) realizaron a una finca agrícola en Almonte el 3 de junio pasado, donde una marroquí embarazada les comentó, entre sollozos, que quería denunciar al dueño de la finca porque le había realizado en numerosas ocasiones insinuaciones para mantener relaciones sexuales. Al mismo tiempo aparecieron otras tres temporeras, también marroquíes, que querían denunciar los mismo hechos.

Una de estas mujeres denunció en su declaración ante la Guardia Civil que el empresario le realizó tocamientos en sus genitales y en los pechos, mientras que las otras afirmaron que le había efectuado insinuaciones para que mantuvieran relaciones sexuales pagándoles a cambio cinco o cincuenta euros, añadiendo que estos hechos sucedían porque el empresario conocía perfectamente la necesidad y falta de dinero de estas trabajadoras. Una de ellas manifestó incluso que el empresario le había propuesto "hacer friqui, friqui" (sic) y ofreciéndole a cambio pagarle 50 euros.Tras recibir en declaración a estas mujeres y al empresario investigado, el juez ha decidido finalmente archivar la causa en un auto dictado el pasado lunes, día 10 de diciembre.

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