El incendio declarado este sábado en la Sierra de la Plata, en el término municipal de Tarifa, que obligó a desalojar esta tarde a 700 personas de un hotel y una urbanización en la zona de Atlanterra, ha quemado por ahora 200 hectáreas de matorral, alcornoque y eucalipto, aunque ya se ha autorizado el regreso a las personas evacuadas.

El incendio sigue activo en el Parque Natural del Estrecho y el operativo de extinción se ha concentrado durante toda la jornada en los focos de la Sierra de la Plata próximos a la urbanización Atlanterra.

Las llamas forzaron el desalojo del hotel Meliá Atlanterra y la urbanización Jardines de Atlanterra. En total, unas 700 personas tuvieron que abandonar la zona. La decisión fue tomada ante la gran humareda que provocaron las llamas, que alcanzaba ya las viviendas. Unas 90 personas se  trasladaron al colegio público de Záhara de los Atunes, que se habilitó para acoger a los evacuados.

Rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora han complicado de sobremanera la extinción del fuego.  El Infoca decretó el Nivel 1de alerta,  que indica que puede afectar a personas y, por lo tanto, la prioridad es evitar que las llamas alcancen las viviendas.

A última hora de esta tarde se han retirado todas las unidades aéreas que participaban en las tareas de extinción, en total 19 medios aéreos -tres aviones de coordinación, uno de carga en tierra, 5 helicóptero de transporte, 2 pesados, uno de coordinación del Ministerio de Medio Ambiente, 4 aviones anfibios y un avión de tierra-, que volverán mañana a primeras horas de la mañana a la zona afectada. Además han participado en las labores la Unidad Militar de Emergancias y la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (UNASIF). En tierra, asisten a las laboras hasta 75 especialistas de extinción del Infoca, que se mantendrá durante toda la noche.

Medio Ambiente ha destacado que la eficacia del operativo que se ha desplegado ha impedido la propagación del fuego al núcleo urbano de Atlanterra, cercano a la zona de las llamas.

Las previsiones meteorológicas apuntan a que mañana soplarán vientos de Levante, que alcanzarán los 45 kilómetros por hora, lo que, según las fuentes, podría dificultar de nuevo las tareas de control y extinción.