El consumo sostenible es una alternativa que cada vez escogen más ciudadanos. Con la finalidad de acercar esta economía social a más personas el Ecomercado ha iniciado una nueva etapa con su traslado al bulevar de Gran Capitán, donde estará el primer sábado de cada mes y donde ayer acudieron la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, junto a otros responsables municipales para mostrar su apoyo.

Hace cuatro años que este proyecto inició su andadura y dos que se instaló en el entorno de la Calahorra gracias a una campaña de crowdfunding. Era "una apuesta por acercarnos a la zona sur y a la ciudadanía en general", explica Helena Saracho, que lleva al mercado la cosmética artesanal sostenible de La biznaguera y también cuenta con una tienda taller en la calle San Bartolomé que comparte con Nueve lunas, dedicada a crianza y maternidad. Ahora, con la nueva ubicación en el Centro, la intención es "que nos conozcan más personas" y conseguir "compras estables porque hay gente que se ha ido habituando pero necesitamos más", señala Saracho.

Esta productora de cosmética artesanal explica que "hay un porcentaje importante de personas que conocen el proyecto y otras que se acercan por curiosidad" por lo que en el Ecomercado -compuesto por una quincena de puestos- también se hace un "trabajo de sensibilización" sobre lo que significa la economía sostenible.

Una de las cuestiones que se plantean los consumidores a la hora de adquirir estos productos es el precio. Al respecto, Saracho indica que hay algunos en los que no se nota una diferencia respecto al mercado tradicional, mientras que otros sí tienen un coste algo más elevado pero "no es comparable porque la calidad de los ecológicos y artesanales es mayor". Por ejemplo, la cosmética que ella vende en La biznaguera "cunde más y su durabilidad es mayor".

Rosa Pineda, de Hermisenda Huerta Natural, coincide en que "hay una confusión sobre los precios de los productos ecológicos por el desconocimiento de la ciudadanía". En ese sentido aclara que "lo local siempre es más económico que lo de fuera" porque son cultivos de temporada, se ahorra el dinero de las manufacturas y además se contamina menos. Además, este tipo de consumo significa una vuelta a los orígenes, cuando los intercambios comerciales se hacían entre consumidor y productor.

Para Pineda -que vende verduras de temporada cultivadas al aire libre, legumbres y plantas aromáticas- la nueva ubicación del Ecomercado es "un reconocimiento a los productores y al tipo de consumo que demandamos".