"La Lomce es una imposición del Gobierno y no gusta a nadie"

Apenas lleva unos meses al frente de la Delegación de Educación y reconoce que llegar al puesto no se lo había planteado nunca porque su vocación es "la docencia". Antonio José López insiste en la necesidad de que se apruebe un Pacto por la Educación, en el que tengan cabida todos los sectores implicados.

-¿Por qué se hizo profesor?

-Me atraía el tema de la docencia y empecé con la Educación Física. Junté dos gustos: la docencia y los deportes. Durante tres años trabajé en un centro privado y mi primer destino como personal interino fue el colegio Virgen de Linares. Lo afronté con mucha ilusión porque era la primera vez que trabajaba en la enseñanza pública y era uno de los objetivos que me marqué; era uno de mis sueños y se hizo realidad.

-Y de repente, delegado de Educación. ¿Se espera su nombramiento?

-No me lo imaginaba porque mi vocación es la docencia. Pero esto es una experiencia muy positiva y un reto en mi carrera profesional, que afronto con mucha ilusión, muchas ganas y al servicio de la comunidad educativa.

-Dice que entrar en la educación pública era uno de sus sueño. ¿En qué momento se encuentra el sector?

-Se encuentra en un momento muy positivo, potenciando las enseñanzas bilingües y la FP Dual. Quizá como punto negativo es que estamos demandado todavía un Pacto por la Educación y también una ley educativa que esté hecha desde el consenso por todos los implicados y que guste a todos los sectores representativos de la educación: a los padres, los docentes y, por supuesto, a los alumnos,

-¿Qué necesitaría tener ese Pacto por la Educación?

-Una de las principales características que debe tener es la de la estabilidad. De hecho, si todos los grupos son capaces de llegar a acuerdos, no haría falta cambiar el modelo educativo tantas veces en tan poco espacio de tiempo.

-Llama al acuerdo, pero desde la Junta de Andalucía se ha rechazado desde el primer momento la Lomce.

-La Lomce nace desde una imposición del Gobierno central y es una ley que no gusta a nadie. Creo que ni siquiera ya al Gobierno central apostaría por ella porque no tiene argumentos de defensa. Es verdad que hace falta una ley que aglutine, que guste a todos, que nazca desde el consenso, para que sea una ley en la que todos estemos a gusto. Todos tienen que poner de su parte para ello.

-La climatización de las aulas es una de las necesidades de los centros más urgentes. ¿Qué va a hacer la Junta al respecto?

-La Consejería de Educación apuesta por climatizar los centros, entendiendo el concepto de climatización como la adecuación de los espacios y tener las condiciones ambientales necesarias para que la docencia se pueda impartir en condiciones adecuadas. Para ese compromiso, contamos con diez millones de euros de la Consejería de Educación, más de 15 de la Agencia Andaluza de la Energía. La Junta planteó un cuestionario a los centros educativos, se envió y y ahora los técnicos analizan todas las respuestas, visan el sitio para comprobar que los datos que se aportan y se hace un listado de prioridades. En eso estamos.

-La consejera de Educación, Sonia Gaya, ha dicho que las prioridades de este curso son los centros de Sevilla y Córdoba, ¿qué actuaciones se van a llevar a cabo?

-En nuestro plan de actuación tenemos 32 intervenciones en Córdoba y provincia. Estamos estudiando y los técnicos visitando los centros para ver de qué manera se pueden aprovechar los recursos. Estamos hablando también de cambio de ventanas para evitar la pérdida de energía o establecer otras medidas. Hay muchos centros que demandan, por ejemplo, sombras y otros la instalación de máquinas de aire. Ese estudio se hace para aprovechar los recursos de una manera más óptima. Se atenderá primero a las urgencias.

-¿Pero esas obras se van a hacer antes del verano?

-Nuestra previsión es que antes de que llegue mayo podamos estar actuando sobre ellas, sobre todo, en los sitios en los que hace más falta.

-¿Cuáles son los planes de la Delegación de Educación en cuanto a la mejora de infraestructuras?

-Tenemos tres bloques de actuación. Uno es el plan de retirada del amianto y, para ello, tenemos nueve actuaciones de más de medio millón de euros en Córdoba. Otras actuaciones son las de adecuación de las instalaciones para la Formación Profesional. El tercer campo de actuación son las reformas de las infraestructuras, en el que tenemos 50 actuaciones previstas con diez millones de euros que se harán este curso.

-¿En estos tres planes tiene cabida el futuro colegio de Turruñuelos?

-En este plan se incluye el colegio de Turruñuelos. Estamos en la entrega de documentos, en la última fase. Nuestra pretensión es que esté listo en el curso 2019-2020.

-La escolarización comienza en apenas un mes, ¿va a hacer Educación la misma oferta de plazas que el año pasado a pesar de la continua bajada de la natalidad?

-Para este curso tenemos unas 11.200 plazas ofertadas en Infantil, de las que 9.200 están ocupadas. La Junta de Andalucía hace esto porque pretende estar al servicio y dar respuesta a las demandas de las familias. Queremos tener centros lo suficientemente cercanos para que puedan compaginar su vida laboral y familiar. La oferta de plazas será muy similar.

-Las zonas de escolarización siguen sin modificarse desde hace cinco años, ¿se van a mantener para el próximo curso?

-Estamos trabajando en este proceso de escolarización y no pretendemos que haya cambios significativamente grandes.

-¿Pero eso significa que no vaya a haber cambios?

-En principio no va a haber cambios en cuanto a las zonas de escolarización. Estamos trabajando en ello y eso no quita que hasta que llegue el momento se tenga que hacer un ajuste, pero será mínimo.

-En cada proceso de escolarización, la concertada se queda sin poder dar respuesta a la demanda que tiene.

-La apuesta del Gobierno andaluz es la educación pública. Tenemos zonas de influencia suficientemente altas y en función de la oferta y la demanda, la Junta actúa y se ponen las plazas suficientes. Trabajamos para que todos los niños tengan garantizado el derecho a la educación. Ningún niño se queda fuera del sistema por falta de lugar de estudio.