LOS delegados de CCOO en el Consorcio de Bomberos han encontrado en el caos, la palabra que mejor define, a su juicio, el estado en el que se encuentra este organismo provincial. Confusión o desorden son conceptos que también acotan el significado de la palabra caos y que, según ellos, se puede extender a los propios parques, la flota de vehículos e, incluso, el estado de su propia ropa de trabajo. Las denuncias y críticas por parte de los sindicatos hacia el Consorcio de Bomberos no son nuevas -no hay que olvidar aquella acampada justo delante del Palacio de la Merced en 2008- y, en esta ocasión, han llegado a dejar en evidencia las dificultades que atraviesan con la publicación de fotografías en las que aparecen ratas y culebras en las dependencias en las que trabajan todo el año. Unos compañeros de trabajo, que no deben ser nada agradables y menos después de extinguir incendios. Además de asegurar que se utilizan triquiñuelas -como el hecho de quitar partes de los camiones- para pasar la Inspección Técnica de Vehículos y alcanzar el peso exigido, los delegados de CCOO en el Consorcio insisten en la necesidad de que se acometan de una vez por todas obras de mejora en los parques de bomberos de la provincia y que se deje de "parchear", tal y como se lleva a cabo. La mejora de su material de trabajo, esto es, sus propios trajes, también necesitan una renovación inmediata. Es más, en su comparecencia llegaron a asegurar que hay compañeros que tienen que actuar con el uniforme roto, con el peligro que eso conlleva. Las necesidades, sin dudarlo, son más que evidentes. Hasta el momento, CCOO va tranquilo con sus denuncias y críticas frente al Consorcio. Prueba de este talante es que evitan culpar a ningún equipo de gobierno, ni al del PP, ni al actual del PSOE-IU en la Diputación. Ante la previsión de que los partidos comenzaran a echarse los trastos a la cabeza y se ocultaran tras el mensaje tan manido ya de la herencia recibida, la afirmación que hizo el delegado de CCOO en el Consorcio, Rafael Castro, fue tajante: "No queremos culpables, queremos inversiones".

La respuesta de la Diputación no se hizo esperar, aunque la vicepresidenta del Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios de la institución provincial, Dolores Amo, no perdió la oportunidad para engancharse al mantra de la herencia recibida del PP y cargó contra su gestión durante los cuatro años que estuvieron los populares en la casa palacio. "Una situación realmente preocupante teniendo en cuenta que en los últimos cuatro años, el anterior gobierno dejó sin ejecutar más seis millones, según se desprende de la liquidaciones de los listados de ejecución del presupuesto", llegó a decir. Un mensaje que a día de hoy mantiene. Amo, no obstante, también reconoció que en el Consorcio se necesitan llevar a cabo una serie de mejoras por bien de la plantilla. Y como si fuera la respuesta a la carta de los Reyes Magos -aunque estemos en plena canícula-, tras las denuncias y peticiones de CCOO, Amo ha cumplido varios de sus deseos. Entre otros, la compra de cuatro nuevos vehículos -el sindicato asegura que la flota del Consorcio es la más antigua de toda Andalucía- , que se incorporarán a los 18 que se anunciaron en febrero y que aún no han llegado. Pero aún hay más, por que como si fuera el gran bolso de Mary Poppins -del que no paraban de salir cosas para asombro de los protagonistas de la película-, Amo se ha sacado más de 1,3 millones de euros para renovar los equipos de protección individual y ropa de trabajo, después de la denuncia de CCOO. Otro conejo que ha hecho aparecer de la chistera es el inicio de las obras de mejoras del parque de bomberos de Puente Genil, unas actuaciones previstas desde hace más de dos años. Su inicio, en septiembre. Y en esta suerte de deseos, la diputada también incluye perspectivas de futuro para "establecer cuando se solucionen las deficiencias, cuáles son las líneas de Consorcio". Una buena actitud también por su parte.

Como todo en la vida, de nada sirve relatar medidas y sumar promesas una tras otra para acallar las críticas. Lo que es necesario en el Consorcio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios -una vez apagado el fuego de la deuda con la Seguridad Social, por cierto, durante el anterior el gobierno socialista- son realidades de una vez por todas.