Palma del río

El viejo arte de saber lanzar los bolos

  • La Casa de Jaén en Córdoba ha organizado un encuentro de un antiguo juego de Cazorla que trajeron los primeros pobladores de El Calonge y que aún se mantiene

El pueblo colono de El Calonge ha vivido durante este fin de semana una competición muy especial. La pedanía de Palma del Río ha organizado un encuentro de un deporte autóctono del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas: los Bolos Serranos. Hace ya más de 50 años que a este rincón cordobés llegaron vecinos de Bujaraiza, en Jaén, abandonando sus tierras por las expropiaciones derivadas de la construcción del Pantano del Tranco. Así, constituyeron una población que se fue integrando poco a poco en la comarca. Sin embargo, las raíces de los fundadores de esta aldea aún perduran y mantienen tradiciones tan curiosas como este juego.

La Casa de Jaén en Córdoba ha sido la encargada de fomentar esta iniciativa junto a la asociación de vecinos Madre Fuente de El Calonge y la colaboración del Ayuntamiento palmeño. Durante una jornada de convivencia, un equipo de Beas de Segura y otro de El Calonge compitieron amistosamente en esta disciplina.

En este juego no hay nada de artilugios complicados ni adelantos tecnológicos. Unas simples bolas resistentes realizadas con material plástico y unas piezas de madera denominadas mingos son los únicos objetos necesarios. El objetivo consiste en derribar estos mingos lanzando las bolas a cuanta mayor distancia mejor, superando unas rayas pintadas en el campo. Para esta ocasión, los equipos contaron con 15 jugadores.

El inicio fue curioso. Había que ponerse de acuerdo con las normas. Esta disciplina ha ido evolucionando y cada lugar y momento tenía sus reglas. Tras un rato de conversación entre los jugadores, todo quedó aclarado. Se jugaría a siete rayas -que son como los juegos de un partido de tenis- en la especialidad de raya delicá.

Juan Carlos López, presidente de la Casa de Jaén en Córdoba, comentó su sorpresa porque "es la primera vez que lo organizamos y nos ha gustado comprobar cómo este pueblo ha mantenido las costumbres de sus antepasados, conservando el juego más limpio y puro que en otros lugares". Félix Uroz, de El Calonge, añadió que "nuestros abuelos enseñaron a nuestros padres, éstos a nosotros y ahora nos ha tocado enseñar a nuestros hijos, que también saben jugar". El futuro de los Bolos Serranos está asegurado por muchos años.

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