El fuste

Jesús Cabrera

Los Santos Pintados

EL consejo rector de la Gerencia de Urbanismo tiene previsto hoy cambiar el nombre de la actual glorieta de los Almogávares por el de la ciudad alemana de Nüremberg. Siempre está bien que los municipios establezcan lazos de amistad y cooperación y que, además, queden perpetuados en el espacio público como compromiso de su cumplimiento. También es correcto que el Ayuntamiento, a través de la GMU, corrija el reciente error de haber bautizado como glorieta de los Almogávares a la prolongación de la avenida del mismo nombre. Cada vez que se toque el callejero debe hacerse con el máximo cuidado por las repercusiones que tiene en la vida de todos y en la memoria de cada uno de nosotros. Si finalmente se consuma el cambio de nombre de Nüremberg por Almogávares el Ayuntamiento subsanará una duplicidad evidente, pero incurrirá en un grave error. Para este cambio no ha contado con la historia de la ciudad, ya que este lugar tiene el nombre propio de Los Santos Pintados. Y no sólo lo tiene sino que además está perfectamente vivo en el uso que le dan los cordobeses. Para un importante sector de la población -que no se ha tenido en cuenta para este cambio- ese lugar sigue siendo Los Santos Pintados, lo mismo que lo es para la Policía Local, para los taxistas y, paradójicamente, para el propio Ayuntamiento que lo usa a menudo en sus comunicados sobre el tráfico. Nüremberg bien puede tener otra glorieta en Poniente.

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