Singladuras

alfredo Asensi

Dos libros reveladores

ACANTILADO, Nórdica, Sexto Piso, Libros del Asteroide, Capitán Swing, Vaso Roto. Grutas de luz para las horas del desvelo, para el día incierto y la escéptica velada, refugio breve para náufragos y extraviados, exilio posible, deseado y único, territorios donde afirmar la duda y asentar como privilegio la imposible renuncia a seguir descubriendo. Son galaxias que nos reconocen y exigen, son editoriales y hay otras igual de exquisitas y meritorias. Entre ellas está Impedimenta, dirigida por Enrique Redel (de ilustre antepasado cordobés) y cuyo catálogo (Alan Sillitoe, Thomas Hardy, Stanislaw Lem, Mircea Eliade, Muriel Spark, Borís Sávinkov…) ha incorporado dos obras deslumbrantes, El país imaginado de Eduardo Berti y Nostalgia de Mircea Cartarescu.

Historia de amor y renuncia en una China mágica y terrible, El país imaginado tiene la rara cualidad de los libros que en pocas páginas se revelan necesarios. En un escenario de supersticiones y ritos, de tradiciones y fantasmas crece la espiga de una fascinación amorosa cuyo alcance modificador entra en conflicto con las imposiciones y usos que tienen que ver con lo ancestral. Historia de descubrimiento, de desdoblamientos, la novela de Berti supone una indagación sutil en la comarca ambigua que separa la realidad del deseo, lo vivido de lo soñado, allí donde el cine y la escritura pueden ser aliados o enemigos, donde la identidad va creciendo a golpe de intuiciones y donde regresaremos en busca siempre de los feraces manantiales de la autenticidad.

Conjunto de narraciones encabezado por El Ruletista, publicada anteriormente de manera autónoma por Impedimenta, Nostalgia constituye un despliegue literario de alto voltaje a partir de una fecunda alianza entre la memoria y la imaginación. Cartarescu cree en la capacidad dinamitadora de la ficción y en las asociaciones entre el realismo y la fantasía y recrea una Bucarest barroca, eléctrica, peligrosa y mítica, rica en periferias, subterráneos y espacios clandestinos, mundos escondidos, calles anfibias, lugares con leyes propias. La prosa es sensorial y fulgurante. El relato-novela REM, deudor de Borges, se eleva como pieza mayor en esta obra escrita hace más de 20 años y que basta para integrar al rumano en el linaje de la gran narrativa europea. Berti y él representan dos modelos de defensa y revelación del poder transformador de la literatura.

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