Cultura

Flamenco, el arte que une culturas

  • El festival apuesta una vez más por la formación musical a través de cursos impartidos por profesionales

La finalización del curso La guitarra flamenca de acompañamiento al arte, impartido por el guitarrista granadino Miguel Ángel Cortés en el Palacio de Congresos, ha provocado una ola de alumnos satisfechos. Después de cuatro días de clases y 36 horas lectivas, los participantes salen de clase cansados pero felices por haber trabajado junto a grandes figuras del flamenco.

Finalizado el curso, uno de los 14 que ofrece el Festival de la Guitarra, llegan las despedidas. "A ver si nos vemos David, que vivimos al lado", le dice Francisco González a uno de sus compañeros. Ambos son andaluces, por lo que comparten algo más que gustos musicales, "subiendo Despeñaperros ya no hay tostada con manteca, no me siento en mi sitio", dice Francisco, que disfruta de Córdoba cada vez que viene a visitarla. Este onubense de 46 años, que participa por segundo año consecutivo en el festival, ha compartido clases con compañeros de distintas edades. Y es que para él "el flamenco no tiene edad, de todos podemos aprender algo". Francisco dedica su vida a tocar la guitarra, es "un gran aficionado y ahora que estoy en paro puedo dedicarle más tiempo". Este año ha tenido que elegir sólo un curso de los que oferta el festival. "Escogí acompañamiento al cante porque es difícil encontrar clases dedicadas exclusivamente a ello", expone. Este curso lo ha realizado junto a Miguel Ángel Cortés, "un fenómeno de la guitarra". Como aficionado, Francisco sabe que "el que toca, canta", pero que él, como dijo Paco de Lucía, se esconde "detrás de la guitarra".

Para Pablo Dubikim, uruguayo de 23 años, haber venido expresamente a la ciudad para el festival "merece la pena". Pablo ya ha estado en otros cursos de música en Latinoamérica y EEUU, pero éste le ha aportado "algo distinto; Miguel Ángel no tenía método, nos ha contado sus inicios en el mundo del flamenco, sus experiencias propias, y nos ha enseñado que el sentimiento es mejor que la técnica". Aunque su estilo es el clásico y el rock, Pablo ha escogido este curso "para conocer la variedad musical y tener ocasión de hablar con grandes artistas y verles tocar de cerca".

Otra participante del curso es Rosa Notario, guitarrista del grupo de fusión cordobés Jaramago y del grupo de flamenco Makis del Duende. Rosa es una gran aficionada al flamenco, aunque como ella dice "yo como de todo, me muevo por todos los estilos". La guitarrista ha disfrutado del curso y manifiesta que le "ha encantado, y si la economía me lo permitiera, me matricularía en más cursos de este año". Rosa opina que, para adaptarse mejor a la situación, "habría que evitar traer espectáculos tan caros, el precio de las actividades y los conciertos provoca un bajo aforo y no compensa".

Giovani Capeletti vino a formarse desde Porto Alegre, Brasil. "Ha sido un gran honor trabajar con Miguel Ángel -explica-; él acompaña a muchos grandes artistas del flamenco y el hecho de que comparta sus experiencias con nosotros ha sido muy enriquecedor". Para este brasileño de 30 años, estar en el festival "es un sueño realizado, ya que en Brasil existen lugares de baile flamenco pero apenas hay cantaores y guitarristas".

David Leiva, otro de los participantes, es un cordobés que se dedica exclusivamente al arte del flamenco. En este curso ha podido aprender "muchos conceptos rítmicos de acompañamiento al cante, y hemos grabado maquetas y vídeos con los que seguiré aprendiendo". Es la tercera vez que David participa en el programa formativo del festival. "Comencé con Manolo Sanlúcar en 2008 y cada año que pasa voy aprendiendo más, además al vernos los compañeros los unos a los otros sacamos muchas cosas", asegura. Sobre el festival, David opina que "otorga categoría a Córdoba, ¿qué ciudad mejor que ésta para un festival de la guitarra?".

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