Tráfico

El Ayuntamiento quiere generalizar el aparcamiento de pago en la calle

  • El plan de movilidad propone eliminar el estacionamiento regulado del centro y llevarlo en forma de zona azul o verde a barrios como Ciudad Jardín · El Casco tendrá un límite de velocidad de 20 por hora

El Pleno municipal tomará hoy conocimiento del avance del Plan de Movilidad Sostenible, un documento que ha visto la luz sin apenas debate público pero que contiene medidas verdaderamente drásticas para cambiar los usos de los cordobeses a la hora de moverse por la ciudad. El alcalde lo presentó la semana pasada pero se dejó en el tintero, probablemente, los detalles más jugosos del mismo, que están en las 800 páginas del documento íntegro. Como muestra, valga un botón. El Consistorio pretende sacar la zona azul del Centro y llevarla a los barrios bien con el mismo color (sin restricciones de uso), bien como zona verde (de rotación aunque sólo para residentes).

El avance establece ya una serie de determinaciones en este sentido. Por ejemplo, se prohíbe el estacionamiento regulado en las calles que son aliviadero de vecinos del Casco como Claudio Marcelo o la calle de la Feria. También, en todo el entorno del Gran Capitán (Fray Luis de Granada, Alhakén, Fernando de Córdoba, Benito Pérez Galdós, Doce de Octubre, Reyes Católicos) estaría prohibido estacionar en la calle, ni para residentes, ni para ocasionales. Se trata de una estrategia bastante más amplia que pretende reducir sustancialmente (ver información anexa) la presencia de automóviles en la zona. El documento, a cambio, deja como zona azul La Victoria, República Argentina, parte de la avenida de Cervantes, avenida de América y parte de la prolongación de Gran Capitán hacia El Brillante.

A cambio, pinta de color verde (de pago para residentes) las principales calles de Ciudad Jardín (Antonio Maura, Camino de los Sastres, Alcalde de la Cruz Ceballos, Damasco, Alcalde Velasco Navarro y Virgen del Perpetuo Socorro), Cercadillas (el bulevar de Hernán Ruiz y todo el antiguo cuartel de Artillería). La zona verde se extendería también por la segunda línea del Plan Renfe y las primeras calles de Huerta de la Marquesa (Doña Berenguela y Cronista Rey Díaz) y reservaría el estacionamiento de pago a residentes en avenidas amplias como Las Ollerías, la Ronda del Marrubial y todo el entorno de la avenida de Barcelona.

No hay que leer demasiado el documento para entender que se trata de una medida disuasoria. Muerto el perro (la posibilidad de aparcar o, en su caso, tener que pagar por ello), se acabó la rabia (el uso del coche). El plan establece numerosas medidas disuasorias para coger el coche o, en su caso, para dejarlo lo más lejos posible del centro y que se puedan tomar otros métodos de transporte. Tanto es así, que se cambia el concepto el aparcamiento frontera. El plan propone establecer seis grandes aparcamientos a las afueras de la ciudad (junto a la Colecor, el Reina Sofía, la avenida de Cádiz, el Parque Figueroa, junto al polígono de Chinales y el Parque Fidiana) para que quien venga de fuera no tenga que usar el coche para moverse por la ciudad. El avance propone, además, que el precio de los aparcamientos de rotación se imponga en función de una corona tarifaria. La cuestión es que serían más barato aparcar en cuanto más se aleje alguien del centro de la ciudad. El documento propone tres círculos concéntricos de forma que aparcar en rotación en el centro cueste 0,15 el minuto (25 euros por 24 horas), 0,05 en la zona media -de La Ribera al Plan Renfe con 14,10 al día- y 0,02 en los seis aparcamientos disuasorios.

El plan trae también numerosas novedades en la gestión diaria de conducir un coche. La velocidad, por ejemplo. Las famosas zonas 30 se generalizarían al conjunto de la ciudad sin discriminación de grandes avenidas o calles más pequeñas. La única diferencia sería el Casco Histórico entendido éste como la zona que se encuentra entre el río y el sur de la Ronda de los Tejares. El Consistorio propone declararla como una zona en la que nunca se puede conducir por encima de los 20 kilómetros por hora.

La cuestión es cómo se puede controlar que esas velocidades tan bajas puedan cumplirse y sancionarse llegado el caso. La propuesta del plan de movilidad es colocar, casi en cada uno de los semáforos de la ciudad, dispositivos de control de tráfico. Los divide en dos tipos. Los cinemómetros, que son los radares que hacen una foto para controlar la velocidad de los vehículos. Estarían en Gran Vía Parque (dos), el Tablero Bajo, la avenida de América, Carlos III y la avenida de Cádiz (en los dos sentidos). Propone la instalación, además, de fotorrojos en cada semáforo de la ciudad. Se trata de dispositivos que multan a quien se salta una señal en rojo.

El documento propone un verdadero blindaje del Casco Histórico. Tanto, que algunas propuestas suenan verdaderamente extravagantes. Propone que el permiso de acceso al Casco se le niegue, a medio plazo, a los taxis que funcionen con vehículos que no sean híbridos o eléctricos, especialmente en la zona Patrimonio de la Humanidad. Establece también que no se autorizarán más de dos vehículos por residente del Casco Histórico. Si tiene otro, no podría acceder con él hasta su vivienda. La propuesta afecta a los turistas. Sólo podrán entrar a la zona restringida los turistas que vengan a Córdoba y se den de alta en una web municipal.

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