El paraje del Cerro del Majuelo, en los Moriles Altos, es uno de los últimos reductos en que artesanía y tradición conforman el mantra diario de Bodegas El Monte. Lo que no saben muchos de los que degustan su  Ximenium Cuen Blanc, su gama de vinos de alta expresión, es que cada una de las uvas de las que se extrae el zumo se recolectan desde comienzos de agosto a comienzos de septiembre durante la madrugada. Con la luna como único testigo se llevan a cabo las labores de cosecha en sus viñas. Antonio López, gerente de estas bodegas, se lo dedicó a su madre el pasado año en la presentación de estos vinos.

La vendimia se centrará en una treintena de 30 hectáreas que tienen y donde la jornada de trabajo transcurre de 04:00 a 09:00.

El resultado es un vino blanco seco elaborado a partir de dos variedades, Macabeo y Chardonnay. Además resulta muy aromático, y en nariz destacan las notas de frutas blancas y flores. Al pasar por boca es fresco y su sabor persiste en un equilibrio perfecto. Además, es el complemento ideal para maridar con mariscos, pescados y verduras a la plancha. 

López relataba recientemente a este diario que esta bodega de Moriles es la única de la provincia que hace toda la partida de la vendimia por la noche aprovechando la bajada de las temperaturas. "Hay que coger uva en pleno rendimiento".

El vino Ximenium Cuen Blanc, según ha indicado, se caracteriza por ser un vino que transmite frescura, una cultura más global del Moriles de hoy, dejando en evidencia él carácter salino de Moriles Altos, gracias a esas tierras albarizas que cubren este municipio cordobés.

En Bodegas El Monte nada es casualidad, sino que se trata al viñedo con una filosofía cualitativa y sobre todo respetando y valorando la sapiencia que tienen las personas que intervienen en la viña a lo largo del año y mirando con optimismo la climatología para que se produzca una experiencia de terruño al máximo a la hora de clasificar y de expresar sus vinos.

Así mismo, todas las labores que tiene el viñedo, desde la poda hasta la vendimia son manuales, y se intenta aplicar al máximo la filosofía de sabiduría con la que trabajan las personas que tiene Bodegas El Monte en su área de producción.

Otra de las prioridades es la sostenibilidad y la proximidad del producto: la uva que se vendimia y se recoge por parte de Bodegas El Monte – tanto directa como indirectamente – está a menos de un kilómetro y medio de distancia, lo que propicia un efecto Grand Cru, cuya zona se encuentra en la misma estructura de parcela y diferenciando e intentando al máximo aumentar la singularidad de esta zona, en concreto de Moriles Altos.