Gastronomía

Los mejores restaurantes de Córdoba para celebrar el Día del Padre

Salón principal del restaurante El Envero

Salón principal del restaurante El Envero / Web El Envero

Aún falta una semana para celebrar como se merece el Día del Padre y por partida doble si se llama José. Así todavía hay posibilidades de reservar en alguno de los mejores restaurantes de Córdoba donde darse un buen festín en familia. Nosotros hemos hecho una selección variada tanto en estilo, como en precio y ubicación ¡Ustedes elijan!

Nuestra primera parada es El Envero (Teruel, 21), distinguido como Bib Gourmand por la Guía Michelín. Tiene una de las mejores bodegas de la ciudad y una obsesión deliciosa por el producto excelso, de proximidad y de temporada. De hecho, cambian la carta según la temporada, añadiendo las sugerencias que entran cada semana para sorprender constantemente al comensal. Merece ¡y mucho! la pena probar su foie de pato curado a la sal caramelizado con almendra crujiente y naranja confitada. Lo mismo ocurre con la lasaña crujiente de guiso de rabo de vacuno con bechamel de foie y reducción de vino de Oporto, o la chuleta de parpatana de atún rojo glaseada, fideos tostados con sepia y melón. Sin olvidarnos, por supuesto, de su famosa torrija caramelizada empapada en leche fresca de azahar con helado de nueces pecanas

Seguiremos por la zona de la Ribera y aledaños. Una maravillosa idea es El Patio de María (Don Rodrigo, 7). Un auténtico lujo para el cliente, que desde la puerta de entrada disfruta de una experiencia inmersiva en una auténtica casa antigua, cuyo corazón es un patio cordobés de los de toda la vida: macetas azules con geranios, sillas de enea y un frondoso limonero que preside la casa. 

En lo que a la carta se refiere, el comensal se enfrenta a una propuesta que alterna lo mejor de la cocina de producto con una gastronomía local revisada y actualizada. Imprescindible probar alguno de sus ibéricos, las alcachofas con foie, el rabo de toro, el flamenquín de morcilla y manzana caramelizada; y el wok de verduritas, calamar y gambas. ¿De postre? Lo mejor es apostar por el surtido de postres caseros para probar un poco de cada. 

No muy lejos de allí está La Taberna del Río (Enrique Romero de Torres, 7). Dispone de salones interiores y una de las mejores terrazas de Córdoba con vistas espectaculares al Guadalquivir. 

Al frente de sus fogones están dos primeros espadas de la cocina local: Guzmán Vega y Santi Chamorro. Lo suyo es la fusión arriesgada y siempre acertada, sin olvidarse de sus raíces. Por si esto fuese poco, su jefe de sala, Félix González, es un reputado bartender y hace unos cócteles de 10. 

Aunque ofrecen menús cerrados, también se puede pedir a la carta. Algunos de los platos más recomendados son: risotto de rabo de toro con parmesano; takoyaki (bolita japonesa de pulpo), salsa okonomiyaki, mayo japo, katsobushi y cebolleta; ensaladilla rusa con huevos de codorniz fritos y trufa rallada; o el paté de mejillones en escabeche con regañás marinas. 

Acercándonos un poco más al centro encontramos Victoria 57 (Paseo de la Victoria, 57). Un ambiente elegante y una carta selecta, con una bodega más que completa. Su cocina es el mix perfecto entre tradición y modernidad, pero sobre todo manifiestan en cada plato un respecto reverencial al producto y a la temporalidad del producto.

Disponen de varios espacios, un reservado y una amplia y cómoda terraza para gozar del sol de invierno. Incluso tienen a disposición de los clientes más frioleros unas mantitas ideales para entrar en calor sin renunciar a una mesa en el exterior. 

Los grandes foodies ponen el foco sobre sus patatas bravas, cualquiera de sus arroces (de secreto ibérico y verduritas; meloso de bogavante y choco; o el de verdura de temporada); lomo de atún rojo a la plancha con cogollo soasado y la joya de la corona: el steak tartar de solomillo con yema de huevo campero. 

Su arroz de bogavante es una auténtica delicia que cuenta sus adeptos por legiones Su arroz de bogavante es una auténtica delicia que cuenta sus adeptos por legiones

Su arroz de bogavante es una auténtica delicia que cuenta sus adeptos por legiones / Redes Javier Medina

Tradición que se renueva en los fogones

La Taberna de Chico Medina (Historiador Díaz del Moral, 4) es, sin duda, una de las preferidas de los propios cordobeses. Imprescindible reservar si queremos asegurarnos una mesa porque tanto su salón como su terraza se llenan a diario.  Además, muchas de las celebrities que pasan por Córdoba, recalan en sus salones en busca de cualquiera de sus excelsos arroces (rabo de toro, boletus y presa ibérica, carabineros, callos, etc), alcachofas a la Montillana, ensaladas, revueltos, flamenquines, salmorejo, cogollos, berenjenas y las frituras más exquisitas.  y un sinfín de deliciosos platos más, tan representativos de la gastronomía cordobesa. 

La Taberna de Almodóvar (Calle Benito Pérez Galdós, 1) es un negocio familiar, que lleva más de 40 años haciendo las delicias de sus clientes. Sin duda, estamos ante el culto viviente a la tradición y a la excelencia. Su cocina se ha convertido en un laboratorio perfecto para estudiar, reproducir y actualizar los platos inexorablemente ligados a la historia de Córdoba. Poseedores de la distinción Bib Gourmand, concedida por la Guía Michelín, la familia Sánchez Pozuelo es aún más famosa por sus croquetas, cuya receta secreta se ha transmitido de generación en generación. También elaboran una de las mazamorras más reputadas de la provincia y juegan con el bacalao en suntuosas elaboraciones. Lo bordan, lo mismo que el guiso de rabo de toro.

Una de las últimas incorporaciones a la zona de El Vial es Gastrobar Baco (Av. Al-Nasir, 1) del chef Jhon McElyea, un paraíso para los fans del atún rojo: ensalada de atún rojo en escabeche, milhoja de ventresca, ceviche, tartar, tataki, burrito y albóndigas. Su bodega es amplia y variada para disfrutar del resto de su carta, una cocina de mercado con toques internacionales. Carnes premium y entrantes que rezuman la herencia vasca del chef completan la propuesta de McElyea, dueño también de Gastrotaberna Macsura. 

Una alternativa bien asentada es La Sastrería (Puerta del Rincón, 17). Delicadeza y alta cocina artesanal al 100% es el marchamo de este coqueto restaurante, que mantiene la cultura gastronómica andaluza como punto de partida. No obstante, los sabores y texturas van mucho más allá de nuestras fronteras en un delicioso y cosmopolita tour. El comensal puede entregarse al quinteto de clásicos de la casa: carrillada estofada y glaseada; cochinillo crujiente; salmón con kimchi; taco de secreto ibérico pibil; bao burguer; y el steak tartar cosido a mano. 

Junto al Hotel Córdoba Center conquista al foodie más exigente D'Merkdo- Casa Salvador (Av. del Gran Capitán, 46). Ellos mismos se definen como "un restaurante de referencia en la cocina de temporada. Producto fresco, buena materia prima y platos tradicionales". Y no mienten ni un ápice desde los entrantes a los postres. Es muy recomendable probar sus tostas, la mazamorra de avellana cordobesa con ahumados, la ensaladilla de gamba roja y ventresca de atún. Resultan deliciosos sus guisos a fuego lento como el de rabo de toro. Trabajan como pocos la casquería pero el fuerte de la casa son los arroces (negro, marinero, de choco y coliflor; o de presa ibérica, verduras y setas) y fideuás. Los tartares cortados a cuchillo son también para recordar

Otro clásico es Pic-Nic (Avda. Ronda de los Tejares, 16. Pasaje Rumasa). Producto, producto y producto es el mantra de este restaurante referente de las comidas familiares y de negocios en el corazón financiero de la capital. Sus pescados frescos del día son una delicia y garantía de acierto seguro. Tienen fama sus cocotxas de merluza al pil, sus gambas a la plancha, o un impresionante atún rojo en forma de tartar o tataki. La empresaria Marta Canals, al frente del negocio, ha querido mantener la esencia de la cocina de su padre, el desaparecido Antonio Canals. No en vano, en Picnic no faltan las verduras de temporada y los platos de casquería y de caza. 

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