Gastronomía

Los mejores restaurantes para comer genial y lejos (o muy lejos) de la Feria de Córdoba

La barra de Vértigo custodia algunos de los cócteles más impresionantes de la ciudad

La barra de Vértigo custodia algunos de los cócteles más impresionantes de la ciudad / Juan Ayala

Si no te gusta la Feria de Córdoba o si prefieres evitar las aglomeraciones a la hora de comer o cenar, he aquí nuestro gran y original consejo: ¡Corre, huye, no mires atrás y ve reservando en bares, tabernas, restaurantes y gastrobares en los que el color albero ni se divisa y no llega el eco de la música de sevillanas/ reguetón!

Y si luego te apetece visitarla, te coges el autobús o un taxi, y en santa paz. 

Una de las opciones más suculentas, agradables y donde los niños también tienen cabida es Nískalo.  La primavera ha llegado allí (Av. Rosal, 1) por todo lo alto, un auténtico templo del sabor y la alta gastronomía cordobesa rodeado de naturaleza. Su chef y creador, José María del Pino, ha vuelto a sorprender a sus clientes con una carta que traduce los códigos, productos, sabores y colores de la estación más alegre del año. No obstante, si hay una parte de la carta que encarna como ninguna otra la cocina de Del Pino -al margen de la época del año-  es el Territorio Kanalla, donde confluyen esos platos tan suyos reflejo de una gastronomía de fusión y heredera de los viajes y experiencias del cocinero a lo largo y ancho del mundo. 

El Envero (Teruel, 21), distinguido como Bib Gourmand por la Guía Michelín. Tiene una de las mejores bodegas de la ciudad y una obsesión deliciosa por el producto excelso, de proximidad y de temporada. De hecho, cambian la carta según la temporada, añadiendo las sugerencias que entran cada semana para sorprender constantemente al comensal. Merece ¡y mucho! la pena probar su foie de pato curado a la sal caramelizado con almendra crujiente y naranja confitada. Lo mismo ocurre con la lasaña crujiente de guiso de rabo de vacuno con bechamel de foie y reducción de vino de Oporto, o la chuleta de parpatana de atún rojo glaseada, fideos tostados con sepia y melón. Sin olvidarnos, por supuesto, de su famosa torrija caramelizada empapada en leche fresca de azahar con helado de nueces pecanas

El trasiego de clientes es impresionante en Taberna Salcedo, (Nuestro Padre Jesús Caído, 3)recién abierta. Su chef asegura que su cocina "es la tradicional, de toda la vida, aunque también trabajamos productos de temporada y sugerencias varias".De hecho, sus incondicionales pueden estar tranquilos porque en el día a día no faltarán especialidades de la casa como berenjenas, callos de ternera, rabo de toro y la araña frita más famosa de la ciudad. Tampoco escatimarán en una amplia variedad de vinos, con mimo especial a los de la tierra, como se le presupone a una taberna cordobesa de pro. 

El restaurante Raza y Dehesa es el proyecto más personal del chef Jesús Barranco El restaurante Raza y Dehesa es el proyecto más personal del chef Jesús Barranco

El restaurante Raza y Dehesa es el proyecto más personal del chef Jesús Barranco / Juan Ayala

El paseo marítimo de Córdoba

La zona del Vial ha vuelto a recuperar músculo gastronómico. No hay más que ir a Vértigo, gastronomía onírica en estado puro desde que el comensal traspasa su umbral. Ubicado en la esquina de Doña Berenguela con Anastasio Relaño), las creaciones del afamado artista José Piñero -que ha trabajado para Ferrán Adriá, Dabiz Muñoz o Dani García- dejan sin habla a todo el que entra en este cosmopolita universo foodie de la mano de Moreno, que ejerce de maestro de ceremonias en un espectáculo que comienza y termina mucho más allá del plato. 

Otra de las aperturas mas celebradas de la city cordobesa es Raza y Dehesa (Avenida del Gran Capitán, 48) Sus incondicionales se encontrarán con un establecimiento articulado en tres espacios que, a la vez, se integran entre sí a la perfección. Una auténtica declaración de intenciones que va mucho más allá de la cocina: aperos de ganado que ennoblecen una decoración vibrante a la par que elegante, con un espectacular mural inspirado en el buque insignia de la casa. Pero... ¡aviso a navegantes! Su carta incluye, no sólo sus famosas hamburguesas, sino cortes de carne que son auténticas joyas de las que disfrutar tras pasar por sus brasas, en las que emplean hasta cinco tipos de leñas naturales. El otro gran protagonista es el atún en diferentes elaboraciones, así como bocadillos que son una fiesta para el paladar, ensaladas que se alejan de lo común y entrantes auténticamente chispeantes. Cervezas artesanas, vinos y tres postres sorprendentes completan la oferta gastronómica de este templo de la cocina consciente 

Junto al Hotel Córdoba Center conquista al foodie más exigente D'Merkdo- Casa Salvador (Av. del Gran Capitán, 46). Ellos mismos se definen como "un restaurante de referencia en la cocina de temporada. Producto fresco, buena materia prima y platos tradicionales". Y no mienten ni un ápice desde los entrantes a los postres. Es muy recomendable probar sus tostas, la mazamorra de avellana cordobesa con ahumados, la ensaladilla de gamba roja y ventresca de atún. Resultan deliciosos sus guisos a fuego lento como el de rabo de toro. Trabajan como pocos la casquería pero el fuerte de la casa son los arroces (negro, marinero, de choco y coliflor; o de presa ibérica, verduras y setas) y fideuás. Los tartares cortados a cuchillo son también para recordar

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