Gastronomía

Cinco heladerías artesanas para sobrellevar el verano en Córdoba

Helado de brownie y dulce de leche de Nocciolata Gelatería

Helado de brownie y dulce de leche de Nocciolata Gelatería / Redes Nocciolata Gelatería

No es fácil combatir los rigores del estío cordobés, que se extiende mucho más de tres meses. No obstante, la ciudad está salpicada de pastelerías, cafeterías y heladerías donde degustar un buen cono, tarrina o corte con sabores de lo más variado. 

Nocciolata Gelatería, Buonisssimo, Cremeria di Vaniglia, La Flor de Levante 1934 y Helados Navarro componen la agenda imprescindible en la capital para los buscadores incansables del mejor helado artesano. 

Nocciolata Gelatería es oficialmente la niña bonita de la Guía Repsol en Córdoba, pues es la única que tiene uno de sus codiciados Soletes en su haber. Pero, ¿qué son los Soletes Repsol? Pues la propia Guía Repsol lo establece: "Chiringuitos y terrazas; cafeterías, heladerías y pastelerías; bares, tascas y barras; vinotecas, bodegas y sidrerías; hamburgueserías, bocaterías o pizzerías 'good'; restaurantes de carta informal y menú del día en que se come de vicio".  Sin más, "un lugar al que ir a pasar un buen rato y disfrutar con la cocina".

Desde que abriera sus puertas allá por 2020 está ubicada en el Centro Comercial El Arcángel de la capital. Además es fácil localizarla porque en su puerta siempre hay cola de incondicionales que vienen en busca de los helados, tartas, crepes, palmeras o gofres que elaboran en su propio obrador de manera artesanal. A esta dulce oferta se suma su última creación, los rollos rellenos de Lotus, Milka, Pistacho y Milkybar.

Un reto continuo de impresionar y sorprender a sus clientes con sabores como pantera rosa, bosque o sun lover -la mismísima encarnación del verano en el paladar- Peanuts Cake, Tarta Sacher, Filipinos Blancos, gofre de pistacho o crema de almendra, entre otros. 

Por supuesto, tampoco faltan los helados de fruta como el de mango y plátano, yogur de mora, lima, manzana verde o frambuesa. 

Además, es un lugar ideal para tomar uno de los mejores cafés de la ciudad. Y venden opciones heladas para veganos, diabéticos e intolerantes a la lactosa

Cada año la apertura de los locales de La Flor de Levante 1934 supone dar por inaugurada la temporada heladera en Córdoba. Sus sedes están ubicados en Plaza de Tendillas, Ronda de Tejares, 15; Santa Rosa, 20 y Avenida de Barcelona, 13. 

Entre las novedades para esta temporada, el helado de fresas con vainilla sin azúcar añadidas. Pero, tranquilos sus incondicionales, porque mantendrá sus amplia carta de helados artesanos al estilo tradicional y con las recetas de siempre: su tan celebrado y premiado helado de trufa, el de café, leche merengada, crema tostada, o el de chocolate y plátano, entre otros. Otros clásicos de la casa son los cortes de turrón, fruta y crocanti.  

Además no faltarán en sus estanterías los clásicos mini bombones helados y las diferentes tartas heladas hechas en su obrador de Reyes Católicos: de trufa, yema al whisky, variada (turrón, chocolate y mantecado) y Oreo y chocolate.

Las copas con diferentes tipos de helados, granizados de limón, café y, por supuesto, sus polos cremosos y la leche merengada acompañarán los días venideros.

Tarta de queso con frutas del bosque de Buonisssimo Tarta de queso con frutas del bosque de Buonisssimo

Tarta de queso con frutas del bosque de Buonisssimo / Redes Buonisssimo

Alta gastronomía helada

Hasta el corazón de La Ribera hay que llegar para gozar de las creaciones del italiano Daniele Scolari en Buonisssimo (Ronda de Isasa, 2). Año tras año abre sus puertas por primavera para amenizar, refrescar y endulzar los meses más cálidos de la ciudad. Y por su puesto, mantiene su nómina de helados artesanos, elaborados según mandan los cánones italianos.

Sus expositores lucen orgullosos las bandejas a rebosar de los clásicos de la casa como cremino de plátano, o selva negra, que se alternan con sabores más refrescantes como naranja y azahar; fresa; coco; limón con jengibre; o melón.

Pero los más golosos pueden estar tranquilos porque tampoco van a faltar los de avellana, galleta de Turín o Zabaione (eso sí, con PX de la tierra). 

Desde todas las partes de la ciudad llegan clientes año tras año a Helados Navarro, ubicado en Avenida de Ollerías, local 1. Su maestría la respaldan más de 70 años de tradición heladera. Lo suyo son los sabores clásicos, con texturas perfectas, tales como la fresa, el limón, el chocolate o la vainilla.

No obstante, es imprescindible probar sus helados de stracciattella, trufa y red velvet. También son buenas opciones sus sorbetes. 

Los helado clásicos y de vanguardia se alternan en las vitrinas de Cremeria Di Vaniglia (Cruz Conde, 1). Este encantador establecimiento de inspiración provenzal alberga una amplia carta de sabores en la que no falta una amplia representación de frutas, pasteles, cremas y por supuesto, el sempiterno chocolate a base de cacao en diferentes concentraciones y combinaciones con siropes, caramelos o frutos secos. ¡Ojo! con el de selva negra ¡Absolutamente delicioso!, al igual que el de tres chocolates, pastel de queso con arándanos. el de frambuesa o el de mango. 

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