Los datos más curiosos y desconocidos sobre el Alcázar de los Reyes Cristianos: el monumento de Córdoba que siempre sorprende
En él nació María de Aragón, la benjamina de los Reyes Católicos y también fue sede del Santo Oficio
El monumento de Córdoba que fue cárcel, cuartel, aduana y cuyos muros aún albergan metralla napoleónica
El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba guarda muchos secretos y enigmas que aún no tienen respuesta. Esta fortaleza ha llegado hasta nuestros días como una preciosa amalgama de la evolución arquitectónica de Córdoba. Fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad.
A su llegada en 1236 Fernando III el Santo se encontró un edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, completamente asolado. De hecho, su imponente Torre del Homenaje esconde un aljibe califal excavado en la roca. Aunque los visitantes no puedan verlo, se trata de uno de los aljibes de mayores dimensiones de la ciudad.
Desde entonces se le ha dado múltiples usos. Fue Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).
Aunque, sin duda, uno de los capítulos más destacados y, sin embargo, menos conocidos es el nacimiento de María de Aragón, la hija menor de los Reyes Católicos. La princesa vio la luz por primera vez el 29 de junio de 1482, festividad de San Pedro y San Pablo.
Pocos saben que la futura reina de Portugal fue alumbrada frente al río Guadalquivir. De hecho, su matrimonio con Manuel I de Portugal sería determinante en el juego diplomático de la Europa del Renacimiento.
Córdoba, la puerta al Nuevo Mundo
María, la hija cordobesa de Isabel y Fernando, ser convirtió en la segunda esposa del viudo de su hermana Isabel. El enlace fortaleció las relaciones y alianzas entre las dos coronas ibéricas. Su unión resultó decisiva para el devenir de los habitantes de la Península,
Si bien María tuvo una vida corta -murió con 35 años-, se convirtió en madre de diez hijos. La más famosa fue Isabel de Portugal, llamada así en honor de su augusta abuela. Isabel dio a luz al futuro rey Felipe II, por lo que definitivamente Córdoba fue cuna no sólo de María de Aragón sino de uno de los árboles genealógicos más robustos y poderoso de la historia del viejo mundo.
De hecho, actualmente en los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos un robusto conjunto escultórico recuerda el protagonismo de Córdoba y el Alcázar no sólo de Córdoba en la vida de los monarcas. Y es que entre los muros de esta fortaleza se produjeron las conversaciones que derivarían en la autorización a Cristóbal Colón para poner rumbo al Nuevo Mundo.
Pero que nadie se lleve a equívoco porque estos impresionantes jardines no se levantaron en el siglo XV sino que datan de mediados del siglo XX. Anteriormente este espacio estaba dedicado a huertas y zonas de cultivo que abastecían a sus habitantes durante épocas de asedio.
Y aunque tenga una estancia bautizada como Sala de los Mosaicos, éstos no fueron encontrados en el Alcázar sino que provienen de la Plaza de la Corredera, donde fueron encontrados en 1969 durante unas obras de canalización.
Aunque uno de los enigmas que más llama la atención de cordobeses y visitantes son las inscripciones que hay en la Torre de los Leones, grabadas en la piedra y que datan de la Edad Media. ¿Su significado? A día de hoy los especialista no se ponen de acuerdo en si corresponden a marcas de cantero, de algún prisionero o simplemente son signos votivos.
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