El 'milagro' de ver Córdoba en menos de tres minutos

Nunca fue tan rápido ni tan cómodo conocer nuestra ciudad. Turismo de Córdoba acaba de compartir en sus redes sociales un vídeo resumen de lo que nadie que presuma de haber visto Córdoba debe perderse. Un total de once localizaciones que encarnan el lema 'Córdoba es +' del Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (IMTUR)

Lo mejor de todo es que a vista de pájaro, o más bien de dron, y sin ni siquiera salir de casa es posible recorrer la ciudad en menos de tres minutos -en la versión de Facebook- e incluso en menos de dos -si nos decantamos por su perfil de Instagram.

Como dice la canción de El Kanka, "volar…lo que se dice volar, no puedo", pero "si quieres buscarme mira para el cielo"…. "Así es que coge impulso y a volar", reza el pie de foto que acompaña a tan singular publicación.

Pues eso, la producción audiovisual arranca en Las Ermitas para trasladarse al Compás de San Agustín. El siguiente escenario es el vecino Palacio de Viana, donde deleitarse no sólo en sus 13 patios sino también con la sala dedicada a carruajes.

Con ánimo y curiosidad es necesario subir los 32 escalones que forman la Cuesta del Bailío y acabar desembocando en la Plaza de Capuchinos, presidida por el Cristo de los Faroles y que alberga, al frente, la Iglesia Conventual del Santo Ángel, donde está la Virgen de los Dolores, conocida como 'La Señora de Córdoba' y hacia la que profesan especial devoción los toreros.

La siguiente parada es el Templo Romano, separado apenas unos metros de la Plaza de la Corredera. El nombre le viene dado por otro de sus usos pretéritos, ya que acogió corridas de toros. También fue uno de los lugares destinados en Córdoba durante la Inquisición a los temidos autos de fe y ejecuciones.

Los aficionados al mundo equino y al caballo andaluz pura raza española hallarán un auténtico edén en Caballerizas Reales. Felipe II, el Rey en cuyo imperio no se ponía el sol, las fundó en 1572 "con el objeto de criar buenos caballos para el servicio de la Casa Real".

A la hora de reponer fuerzas, la cámara se pasea por los elegantes salones de Ermita de la Candelaria, uno de los grandes baluartes de la gastronomía local.

Tampoco podía faltar en esta interesante ruta una visita al Alcázar de los Reyes Cristianos -testigo de las reuniones entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón con Cristóbal Colón- que custodia la historia y el devenir de la ciudad, al igual que el Puente Romano, cuyo poder de fascinación alcanza por igual a cordobeses y viajeros desde hace siglos.