Quesos Plazuelo y vino Viña Amalia, maridaje de lujo para estrenar la nueva temporada de Sabores de Córdoba

Un maridaje de lujo de quesos Plazuelo y vino Viña Amalia ha estrenado por todo lo alto la nueva temporada de la asociación Sabores de Córdoba en el invernadero del Mercado Victoria con lleno absoluto. Las creaciones de la maestra quesera Ángela Plazuelo, tercera generación de esta casa de Villaralto, en Los Pedroches, son cada vez más conocidas y reconocidas, con un palmarés que no para de crecer con premios en concursos de toda Andalucía.

La sumiller montillana Mara de Miguel resumió en pocas palabras que los quesos de Plazuelo "se salen del parchís", como bien pudieron comprobar el medio centenar de privilegiados presentes en el evento que inauguró el curso gastronómicos en la ciudad.

La cata arrancó con el rulo de cabra mediterráneo, que la casa de Los Pedroches comercializa bajo la marca Lactikus y que este año cosechó el primer premio en la categoría de quesos creativos en el concurso Quesierra de Villamartín (Cádiz), meca del queso de cabra. El rulo, que se puede adquirir a través de la web aunque solo por unos días está agotado, lleva una cobertura de tomate seco, aceituna, ajo, albahaca, pimentón y orégano.

"Es un producto gourmet muy especial y novedoso en el valle de Los Pedroches, con una textura fina y cremosa propia de la cuajada láctica", en palabras de su creadora. Su sabor "excepcional" es válido "para degustar solo o experimentar en recetas culinarias", animó a probar.

Como explica la casa, Lactikus es un queso realizado a partir de la fermentación ácido-láctica de fermentos y presenta una "leve intensidad de olor que recuerda a yogur". De textura muy cremosa y untuosa, es "muy refrescante" en boca, con notas aromáticas a leche de cabra y hierba de prado. Destacan sus notas cítricas en el paladar.

Se comercializa al natural, es decir, sin coberturas, y también envasado a las finas hierbas -con cobertura de perejil, cilantro, cebollino, perifollo y albahaca; con pimienta negra; de la huerta -cobertura de cebolla, perejil, ajo, cebollino y pimiento rojo- y mediterráneo, que cosechó el primer premio en Villamartín.

La cata continuó con un semicurado de cabra, el rompedor queso con bellota, el de receta de pastor tradicional de Los Pedroches, que opta a tener su propia Denominación de Origen (DO), y el Plazul de oveja, otra auténtica delicatessen.

La sumiller Mara de Miguel, perteneciente a la asociación Sabores de Córdoba y que guió el evento, los mardió con el vino Viña Amalia de la bodega montillana Pérez-Barquero, un caldo "muy fresco" y "muy versátil" que puede entenderse como la opción gourmet del clásico Viña Verde. En la casa montillana lo definen como "risueño, brillante, vital y, sobre todo, muy aromático y fresco". "Es el reflejo de la viña y la aspiración de un estilo de vida optimista y alegre, vestido de una imagen atractiva y actual", explican.

La combinación de la variedad pedro ximénez con pequeñas proporciones de moscatel, torrontés y baladí-verdejo remarca aromas afrutados y un sabor limpio, vivo y delicioso. Perfecto para el buen tiempo, el terraceo y los aperitivos en jardines, como se ha podido comprobar en el Mercado Victoria.