Luca Mazzarella, en cocina, y Alba Arévalo, en sala, acaban de abrir las puertas de El Inkieto en Plaza de la Trinidad, 3.  Una auténtica declaración de intenciones. No sólo por el nombre del establecimiento sino por una carta dinámica, sorprendente, viva y abierta a cambios.

"Lo bautizamos 'El Inkieto' porque tanto Luca como yo somos personas muy dinámicas. Nos aburrimos pronto de la monotonía, y así es nuestro restaurante. ¡Lo contrario a monótono!, explica Alba. 

Este tándem de emprendedores tenía muy claro dónde querían establecerse: "Buscábamos algún lugar entre el centro de Córdoba y la Ribera. Creemos que éste es un buen sitio tanto para que nos conozcan cordobeses como turistas. ¡Además la Plaza de la Trinidad esta super chula!"

La suya es una propuesta gastronómica que trasciende los calificativos inherentes a la materia. "Nuestra cocina es como nosotros, inkieta. Es un menú que cambia continuamente, siempre con fueras de carta. Hay mucha influencia asiática, sudamericana y mediterránea". 

Luca Mazzarella y Alba Arévalo

No obstante, advierte de que no es necesario un bagaje culinario previo para entenderla y valorarla: "Lo único necesario es venir con ganas de disfrutar y pasarlo bien", matiza Alba.

Pues sin duda su cocina actual está muy influenciada por el paso de ambos profesionales por algunos de los "templos del buen comer": "En Streetxo, Tripea, y Sala de Despiece aprendimos muchísimo. Y nos es más fácil pensar en algo loco, que en cocina francesa, italiana o tradicional, por ejemplo".

Creatividad a espuertas y a un ritmo vertiginoso para seguirlo de cerca: "¡Sí, la carta cambiara a menudo, según los productos de temporada y nuestros antojos!". Además, El Inkieto cuenta con una nómina de platos fuera de carta entre los que poder dejar volar la imaginación y darle gusto al paladar. 

En constante evolución, su jefa de sala subraya: "No nos casamos con ningún proveedor ni producto, pero cierto es que tanto Los Pedroches -en cuanto a carnes-, como Montilla-Moriles, en vino, sabemos que no fallan nunca". 

De hecho, su bodega tiene un peso destacado en su modelo de negocio. Aunque, puntualiza: "Bueno, ahora la carta no es tan amplia como quisiéramos, pero sin duda no son vinos muy comunes y poco a poco iremos buscando cosas mas divertidas. ¡Eso sí! mi Antonio López, de Bodegas el monte es un fijo". 

El Inkieto se caracteriza por una decoración minimalista y de colores vibrantes

A la familia de El Inkieto, no le gusta hablar de platos concretos como esencia del lugar. Sin embargo, hay algunos que resultan de imprescindible cata para captar el concepto, pero... el niguiri de presa ibérica con salsa de trufa y sésamo; el dumpling de gamba y lardo con gazpachuelo de curry panang, y el helado de berenjenas fritas con miel, están deliciosos. 

Igualmente, Luca y Alba huyen de comparativas y comparaciones y aseguran: "Córdoba tiene muy buena gastronomía. Hay muchísimos restaurantes chulísimos, pero quizás tan inkieto...no lo haya".