El Inca Garcilaso de la Vega, el escritor enterrado en la Mezquita-Catedral de Córdoba y que murió el Día del Libro

Cultura

Falleció el 23 de abril de 1616 y sus restos reposan en la Capilla de las Ánimas del Purgatorio

Las dos capillas de la Mezquita-Catedral de Córdoba que no pueden perderse los amantes de la literatura

Estancia de la Casa del Inca Garcilaso en Montilla
Estancia de la Casa del Inca Garcilaso en Montilla / Turismo De Montilla

Miguel de Cervantes falleció el 22 de abril de 1616 en Madrid y William Shakespeare murió un día mas tarde. La proximidad de sus respectivos óbitos fue determinante para que el 23 de abril fuera designado como el Día Mundial del Libro.

Sin embargo, no son los únicos dramaturgos de fama mundial cuya defunción coincide en esta destaca fecha. El Inca Garcilaso de la Vega también se despedía de este mundo en Córdoba el mismo día que el autor de Romeo y Julieta. No en vano, los restos del escritor y historiador mestizo de ascendencia hispano-incaica reposan en la Capilla de las Ánimas del Purgatorio de la Mezquita Catedral de Córdoba.

El Cabildo Catedral, con fecha de 29 de octubre de 1612, cedió este espacio para el establecimiento de su capilla y enterramiento.

No obstante, la conexión entre el escritor y la Catedral viene de antes, según recogen las fuentes documentales, que apuntan a su condición de sacristán.

Pinceladas de la biografía y obra literaria del autor rezan en dos inscripciones laterales. Desde el punto de vista artístico cabe destacar una talla de un Crucificado, contratado con Felipe Vázquez de Ureta, y de una reja, obra de Gaspar Martínez.

Además, está presidida por un retablo de Juan de Ortuño, que se articula en dos columnas, coronadas por un frontón partido donde hay un relieve del Padre Eterno. Sobre el fondo pictórico de Jerusalén, dispuesto por un lienzo relacionado con la producción de Melchor de los Reyes, se recorta la figura de Cristo.

Capilla de las Ánimas del Purgatorio de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Capilla de las Ánimas del Purgatorio de la Mezquita-Catedral de Córdoba / Web Mezquita-Catedral de Córdoba

Montillano ilustre

Gómez Suárez de Figueroa, que cambió su nombre y rúbrica por Inca Garcilaso de la Vega, es el primer mestizo biológico y espiritual de América. Hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega, familiar del célebre poeta del Siglo de Oro, y de la ñusta o princesa inca Isabel Chimpu Ocllo. Gómez Suárez de Figueroa vivió 30 años en Montilla, donde gestó algunas de sus obras más célebres.

Allí estrechó lazos con Posadas y Priego antes de trasladarse a Córdoba capital, donde está enterrado en la Mezquita-Catedral.

En la ruta para comprender y profundizar en esta figura histórica, la primera parada debería ser la llamada Casa del Inca, en la calle Capitán Alonso de Vargas, en Montilla. Allí vivió durante tres décadas este "cuzqueño de Montilla", como lo definió el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Fue el diplomático, historiador y catedrático Raúl Porras quien en el año 1949 identificó esta vivienda como el hogar del Inca. El conde la Cortina la adquirió y la cedió al Consistorio montillano con la finalidad de que la convirtiera en un centro cultural. La casa acogió la biblioteca municipal y, de hecho, aún se conserva allí un fondo muy importante de estudios americanistas.

En 1591, Garcilaso de la Vega dejó la que fuera residencia de su tío en Montilla y se trasladó definitivamente a Córdoba, donde se relacionó con algunos doctores como el jesuita Juan de Pineda. En 1612, compró la capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán. Allí fue enterrado tras su fallecimiento, entre el 22 y el 24 de abril de 1616. "Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas", reza sobre su lápida.

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