Si hay un chef que es historia viva de la gastronomía española es Ferran Adrià. El catalán recaló recientemente en Córdoba para protagonizar varias conferencias y encuentros, auspiciados por Caixabank, que reunió a una nutrida representación de profesionales del sector de la hostelería de la capital y la provincia. 

"Estos días estamos en Córdoba llevando a cabo el curso intensivo de Gestión en Restauración, organizado por CaixaBank en colaboración con el equipo de El Bulli Foundation y Thinknovate.  Durante estos tres días, exploramos la vital importancia de la actitud innovadora, así como la gestión integral de un restaurante, abordando temas como el trabajo en equipo, el servicio al cliente, el fascinante mundo de las bebidas y las estrategias de marketing aplicadas al sector. Nos emociona profundamente compartir estas jornadas de aprendizaje con la vibrante comunidad de restauradores de Córdoba", relataba el propio Adrià desde sus redes sociales.

Una de sus primeras paradas fue Bodegas Campos, donde estampó su firma en una de sus características botas de vino: "Ferran Adrià en Bodegas Campos. Ha marcado un antes y un después en la restauración y hoy hemos disfrutado de su sabiduría gracias a CaixaBank con su comunidad Food & Drinks y Hostecor junto a Makro en su delegación de Córdoba, en esta Casa llena hoy de los más grandes restauradores de toda Andalucía", anunciaban desde Lineros, 32. "Comer bien alimenta el alma", puso Ferran Adrià sobre la bota. 

El laureado cocinero se deleitó con los platos de Ermita de la Candelaria y de Noor Restaurant. 

Ferrán Adriá y Rafael Cuevas, de Bodegas Campos

Otro de los cónclaves gastro tuvo lugar en La Casa de Manolete Bistró, cuya directora, Remedios Romero, relataba en Instagram: "En el año 2005 Juanjo tuvo que escoger entre la oportunidad de irse a El Bulli o continuar su formación en Estados Unidos. No fue una decisión fácil, pues se trataba de escoger entre el mejor restaurante del mundo o irse al otro lado del océano a seguir formándose y creciendo como cocinero… Optó por la segunda opción, y aunque su experiencia en EE.UU. fue realmente enriquecedora, siempre le ha quedado la espinita de saber qué hubiera pasado si hubiese escogido ir a Cala Montjoi.

De todos es sabido, que todos los grandes cocineros de España han pasado por las cocinas de Ferrán y aunque la influencia de El Bulli siempre ha estado presente en la cocina de Juanjo (ha estudiado y leído cada uno de los libros de aquel maravilloso restaurante), una experiencia in situ, habría sido diferente.

A veces, una simple decisión puede cambiar nuestro curso de la vida al completo. Quizás esa decisión en el año 2005 hubiese cambiado todo, quizás la vida nos hubiese llevado por caminos diferentes y no nos habríamos conocido. Quizás, si Juanjo hubiese ido a El Bulli, La Casa de Manolete Bistró no sería la realidad que es hoy… Sea como fuere, la vida nos ha llevado a cumplir nuestro sueño, abrir La Casa de Manolete y convertirla en un restaurante de referencia… y años más tarde a que el mismísimo Ferran nos visite, que entre a la cocina de Juanjo y pasemos con él una tarde de lo más inspiradora. Un sueño, la vida". 

Igualmente, el creador de El Bulli tuvo tiempo para conocer el Palacio de Congresos de Córdoba. "Un orgullo y un placer recibir a un referente de nuestra gastronomía, Ferran Adrià, que tras un encuentro personal con Melbises Ceballos en El Horno de Mel, pudo conocer de cerca los espacios del Palacio de Congresos de Córdoba. Una visita extraordinaria", recogían en sus redes sociales.