La Bogotá, donde han prohibido los toros, vacía en un espectáculo gratuito de coros

El Ayuntamiento perderá por el contrato de arrendamiento 1.300 millones de pesos al año

Los tendidos de la Monumental de Bogotá, vacíos para escuchar a los coros.
Los tendidos de la Monumental de Bogotá, vacíos para escuchar a los coros.

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien se negó a renovar el contrato a una empresa taurina para la celebración de corridas de toros en la plaza Monumental de Santamaría en 2013, y que se ha declarado personalmente contrario a la Fiesta, ha programado para este año varios actos culturales en el citado coso. El celebrado el pasado domingo fue una debacle de asistencia. Cerca de medio millar de cantantes unieron sus voces para inaugurar la séptima edición del festival de coros América Cantat, que congrega a grupos de más de 20 países de América Latina y Europa. Según Efe, "desde hoy hasta el próximo sábado 30 de marzo, el festival ofrecerá otros 36 conciertos gratuitos en 20 escenarios" distintos. En la jornada de ayer, había casi más actuantes que público, con los tendidos despoblados.

La decisión arbitraria del edil, sin tener en cuenta a los miles y miles de ciudadanos que en los últimos años acudían a la feria taurina, supone para la capital la pérdida de un contrato de arrendamiento establecido -según algunas fuentes- en unos 1.300 millones de pesos colombianos al año, además del dinero generado de manera indirecta para la economía local.

La Santamaría de Bogotá, con un aforo de unas 12.000 localidades, se inauguró el 8 de febrero de 1931 por Manolo Martínez, Ángel Navas y Mariano Rodríguez, quienes lidiaron toros de Mondoñedo. En la década de 1940 el arquitecto español Santiago de la Mora diseñó la fachada actual utilizando un estilo mudéjar en ladrillo. A lo largo de su historia han actuado desde grandes maestros, como Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín, hasta las figuras de nuestros días, con el local César Rincón como máximo ídolo.

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