El director y hermano del profesor acusado de haber grabado a varias alumnas de un colegio en Boadilla del Monte (Madrid) ha declarado esta semana ante juez por los hechos ocurridos en el centro educativo que dirige. La jueza encargada del caso lo interrogó ayer, 5 de julio, a él y a otros profesores en relación a los archivos que se encontraron con las imágenes de las niñas en una mochila.

El profesor acusado de pedofilia convencía, presuntamente, a las alumnas para que se cambiaran en su despacho poniendo como excusa que en este lugar la temperatura era más agradable. El escándalo se descubrió cuando una mujer encontró una mochila con una cámara en su interior y varios vídeos de niñas desnudándose.

La mujer no dudó en llevar de inmediato el material a la Guardia Civil. Diez días después detenían al profesor y descubren que posee decenas de discos duros en los que podría haber más grabaciones pero que ha destrozado antes de que den con él.

Los padres de varias de las niñas afectadas denunciaron los hechos y criticaron la actuación del centro educativo, que parecía no hacerse cargo de nada. El equipo directivo de éste acusa a los padres de chantajearlos para obtener una compensación económica mientras que los padres de las presuntas víctimas defienden que solo quieren que se sepa la verdad y se haga justicia. Mientras se produce esta batalla entre padres e instituto el profesor seguía ejerciendo como tal y no fue apartado a pesar de la acusación que había contra él.

Con los interrogatorios que está llevando la jueza a cabo actualmente se tratará de esclarecer cuáles fueron las responsabilidades del centro y si éste las cumplió. 

La declaración del director

El director del centro llegaba en torno a las 10:00 horas a los juzgados y su estancia allí se extendió hasta dos horas, aunque se acogió a su derecho a no declarar. Había sido citado en calidad de testigo no solo por ser el director del centro sino también por ser el hermano del acusado.  Junto a él también fueron citadas cuatro personas más entre las que estaban la directora de pedagogía y la directora de primaria.

Por su parte el abogado de las familias confirmó que el resto de profesores declararon que nunca sospecharon nada y que no tenían la menor idea de lo que estaba sucediendo. Estas declaraciones son especialmente relevantes para determinar hasta qué punto el centro educativo es responsable de lo sucedido y, sobre todo, si se tomaron las medidas necesarias para impedir que esto sucediera.

El abogado de las acusaciones particulares ha explicado ante los medios de comunicación que lo que queda ahora es analizar el resto de discos duros que aun no se han podido examinar. Esto está siendo especialmente difícil porque estos dispositivos habían sido taladrados para imposibilitar que se accediera a lo que almacenaban.

Tras las primeras pesquisas la Guardia Civil de Madrid cree que el profesor llevaba actuando de esta forma al menos una década aunque la investigación continúa abierta.