El mensaje del obispo de Córdoba en el Miércoles de Ceniza: "Hay que cambiar de vida"
Cuaresma
Demetrio Fernández preside la misa en la Catedral, donde recuerda que comienza el tiempo de la oración, el ayuno y la caridad
Horario y recorrido de los vía crucis de la Esperanza y la Merced de Córdoba para este Miércoles de Ceniza

Córdoba/La Cuaresma ha dado comienzo de manera oficial en Córdoba con la celebración del Miércoles de Ceniza, un periodo de cuarenta días de oración, ayuno y limosna para los cristianos. Con esta jornada, además, se inicia la cuenta atrás para la llegada de la Semana Santa de 2025. Un periodo en el que las hermandades cordobesas celebran numerosos quinarios, vía crucis y septenarios en honor de sus titulares a la espera de la Semana de Pasión, después de que el año pasado la lluvia frustrase la mayor parte de las salidas procesionales.
¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
Según la información facilitada por la Diócesis de Córdoba, la Cuaresma adquiere un sentido penitencial para todos los cristianos desde el año 384 d.C., y es desde el siglo XI cuando la Iglesia comenzó a imponer las cenizas al iniciar los cuarenta días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. El sentido de esto es recordar a los cristianos que lo que fue signo de gloria terrena, pronto se reduce a nada.
"Además, la imposición de ceniza recuerda que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo. Es una forma de recordar que todo el bien que se tenga en el alma se llevará a la eternidad", recoge la misma información, que añade que "cuando el sacerdote impone la ceniza (tanto a niños como adultos) se debe tener una actitud de mejora".
Misa en la Catedral
A lo largo de este Miércoles de Ceniza, las parroquias de Córdoba han ampliado el horario de celebración de sus misas para celebrar esta jornada e imponer la ceniza a todas las personas que han acudido a sus templos.
La Catedral de Córdoba, por su parte, ha sido de las primeras iglesias de la capital en celebrar esta festividad con una misa que ha presidido el obispo, Demetrio Fernández, donde ha expuesto las tres pautas clásicas de este tiempo: la oración, el ayuno y la limosna.
Allí, ha recordado que la Cuaresma "nos prepara para la Pascua". Un tiempo sagrado, ha continuado, en el que "corresponde la actitud de conversión; hay que cambiar de vida hermanos". "Esa es la conversión, cambiar de vida; cada uno sabe dónde le aprieta el zapato", ha subrayado.
"La Cuaresma nos invita a una actitud más generosa, al igual que a la oración, y esto no solo son unas prácticas como puede haberlas en otras religiones, sino que llegamos a Cuaresma para prepararnos con el corazón a la Pascua con Jesucristo, para celebrar su muerte y resurrección", ha explicado.
Precisamente aludiendo al Año Jubilar de la Esperanza, en el que la Iglesia se encuentra actualmente, ha comentado que "nuestra penitencia y conversión tienen ese horizonte de esperanza”, recordando que la voluntad de Dios “es que seamos santos".
Oración, ayuno y limosna
Demetrio Fernández también ha recordado la importancia de orar, ayunar y dar limosna durante el tiempo de Cuaresma, que son las claves de este periodo para los cristianos antes de la llegada de la Semana Santa.
En el caso de la oración, ha animado a "ver si la relación con Dios está actualizada o la tenemos un poco abandonada, dejada del todo y cumplimos solo las prácticas externas". En esta línea, ha recomendado a los cristianos a "volver a Dios en un encuentro personal para que la conversión tenga en primer lugar en este aspecto". "Volvamos a Dios y a la oración a la Virgen cada día en el rosario", ha anotado.
Además, ha recordado que durante este periodo cuaresmal hay que "ofrecer el perdón", en el caso de los sacerdotes.
En el caso del ayuno, el obispo de Córdoba ha asegurado que "nunca ha ayunado la gente tanto como hoy, por tanto, no está pasado de moda". Eso si, ha considerado que en la actualidad "solo se ayuna por otras razones que no son religiosas".
Es por ello, que ha recordado que el ayuno con sentido religioso es privarse "ya no solo de la comida o la bebida o los gustos, sino de todo lo que pertenece al campo sensitivo y sensorial y también de la sexualidad". "Hay que ayunar, privarse voluntariamente, porque de esa manera, esa privación tiene el sentido de estar más cerca de Dios y poder acercarme más a los hermanos".
En el caso de la limosna y la caridad, el prelado las ha vinculado al acercamiento a las personas de nuestro entorno "o de lejos que necesitan mi ayuda y que Dios me pone delante como una ocasión de ejercer la caridad". Una caridad, ha añadido, que "procede del ayuno y es muy eficaz: si yo me privo de algo para dárselo a otro estoy entrando en la dinámica de Jesucristo que me invita a vivir la Cuaresma con esta perspectiva y con esta intensidad",
"En Cuaresma se ofrece la gracia de la conversión; comencemos con ánimo alegre; Jesús va siempre a lo hondo del corazón, y ahí en lo hondo del corazón, con toda sinceridad, cada uno comienza la Cuaresma con los mejores deseos. La ceniza es gracia, es recuerdo, es esperanza, es estímulo", ha concluido.
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