Las Angustias

La bulla despide el invierno en San Pablo para recibir a Las Angustias

  • La cofradía retrasó su salida para poder coordinarse con el paso del Esparraguero

Es de noche y donde antes había nubes, ahora hay estrellas. El frío estremece el cuerpo. La bulla es inmensa en San Pablo. Las Angustias quiere salir en el inicio de la madrugada para despedir el invierno y recibir a la primavera en la calle. Cada vez se reúne más gente. Quiere ver a la hermandad decana de Córdoba, que este año celebra el 450 aniversario de su fundación. No se puede faltar y menos en el inicio de la Madrugada, que el año no pudo celebrarse por la lluvia.

Hay ruido. Hay voces. No hay ni siquiera angustia. El silencio parece imposible. Más aún cuando por la calle Alfaros aparece la cruz de guía de la Hermandad de Gracia. Imposible. Apenas quedan un par de minutos para la salida de Las Angustias. La gente se aprieta. "Esto pasa siempre", grita un joven. La reja de San Pablo se abre. La cruz de guía de Las Angustias también está en la calle. Mientras, los nazarenos trinitarios avanzan por Capitulares. Increíble y cierto. Por fin llega el Cristo de Gracia. A su paso, el nazareno que porta la cruz de guía de Las Angustias la eleva. Inequívoca señal de respeto hacia una cofradía que les impidió salir a la hora prevista por culpa de las previsiones meteorológicas. La salida de la iglesia de San Pablo no es demasiado tranquila. Los penitentes del Esparraguero quieren ir detrás del Señor pero Las Angustias ya ha salido. La bulla se confunde, el caos se apodera de los penitentes. No hay silencio. Sólo ruidos, voces, pisotones y malas caras. También gritos.

Sin embargo, lo que hace apenas cinco minutos era imposible, el silencio, se hace con la salida de los nazarenos de túnica negra. Se abre paso entre la bulla, despacio, hasta que tras la reja de San Pablo, por fin, aparece la Virgen de las Angustias. Es la plena potencia del drama, obra de Juan de Mesa. Su hijo yace sobre sus manos y el viento mece el paño de la Soledad sobre la cruz vacía. Silencio en Capitulares, la Señora de San Pablo está en la calle veinte minutos antes de la madrugada, veinte minutos antes de la primavera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios