Semana Santa

Domingo de Ramos en Córdoba: Día de sonrisas y lágrimas

Las Penas de Santiago desfila por su barrio camino de la Mezquita-Catedral. Las Penas de Santiago desfila por su barrio camino de la Mezquita-Catedral.

Las Penas de Santiago desfila por su barrio camino de la Mezquita-Catedral. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· F. J. Cantador

Redactor

Puerta del templo de San Lorenzo. 09:44. Alguien en plan profético vaticina lo que va a ser el Domingo de Ramos 2024 en Córdoba: “Va a ser un día de sonrisas y lágrimas”. Sonrisas, las de las cofradías que se van a atrever, en un clima de amenazante lluvia, a realizar estación de penitencia. Lágrimas, las de aquellas otras que deciden no hacerlo.

Está a punto de salir la Entrada Triunfal –conocida popularmente como La Borriquita–, que se atreve a realizar estación de penitencia a pesar de que las previsiones meteorológicas lo ponen difícil. Nuestro Padre Jesús de los Reyes y la Virgen de la Palma inician una nueva edición de la Semana Santa de la capital. Eso sí, el miedo a la lluvia acelera el cortejo procesional y lo acorta, no sin antes que en los alrededores de la Mezquita-Catedral, la Banda Sinfónica de Dos Torres le dedique un avemaría cantado a la Virgen de la Palma llena de emoción a los presentes. San Lorenzo recibe la vuelta de la Entrada Triunfal con tímidas gotas de lluvia que van a condicionar el resto de las salidas procesionales del Domingo de Ramos.

La Hermandad de la Entrada Triunfal desfila por la Mezquita-Catedral. La Hermandad de la Entrada Triunfal desfila por la Mezquita-Catedral.

La Hermandad de la Entrada Triunfal desfila por la Mezquita-Catedral. / Juan Ayala

Por la tarde, las Penas de Santiago también se atreve a realizar su estación de penitencia, mientras que la Hermandad del Rescatado se sumerge en cabildo de aguas para decidir si parte o no desde la iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Finalmente, la cofradía del Señor de Córdoba decide no hacerlo. “Es una pena grandísima, lo sentimos mucho, pero el Señor ha querido que sea así; había un porcentaje muy grande de agua y de lluvia de barro”, destaca el hermano mayor del Rescatado, Miguel Ángel Lopera.

La banda que debía acompañar al Señor de Córdoba en procesión, la de la Coronación de Espinas, le rinde honores con distintas marchas antes de que la hermandad abra a los cordobeses el lugar en el que esperaban su salida Jesús Rescatado y María Santísima de la Amargura. “Es una gran lástima que no hayamos podido realizar estación de penitencia. Los pasos están espléndidos. El Señor sobre un exorno floral de rosas y claveles de tonalidades rojas; y la Virgen, de tonalidades blancas”, destaca Lopera.

Conmemorando su 75 aniversario, suena Saeta Cordobesa, compuesta por Pedro Gámez Laserna, interpretada por la Banda de Música de Nuestra Señora de la Estrella, que debía acompañar el paso de palio de María Santísima de la Amargura.

Visita a los titulares de la Hermandad del Rescatado. Visita a los titulares de la Hermandad del Rescatado.

Visita a los titulares de la Hermandad del Rescatado. / Juan Ayala

Rosas de color sangre son las que pueblan la canastilla de caoba y plata del misterio del Cristo del siglo XIII, el Cristo de las Penas de Santiago, el más antiguo de la Semana Santa de Córdoba, un Cristo de transición del románico al gótico, que acompañado por 267 nazarenos camina hacia de la Carrera Oficial después de ser recibido con una lluvia de pétalos rojos y de que le hayan dedicado una saeta. Antes, la Hermandad de la Esperanza ha decidido que no partirá en estación de penitencia desde la parroquia de San Andrés.

“Tengo la voz rota; todo el año trabajando para salir en estación de penitencia y luego...”, destaca a las puertas del templo Carmen Bernal, hija del imaginero Antonio Bernal, quien en 1993 firmó el misterio del Señor de las Penas, el Gitano, el titular de La Esperanza. Carmen refiere que es a ese paso de misterio al que su padre le tiene más cariño de cuantas imágenes ha tallado, que son muchísimas. “Es que la cara del sanedrita de ese paso es la de mi abuelo, su padre”, detalla, para añadir que Antonio Bernal también se inmortalizó en otra de las imágenes de la Semana Santa cordobesa: “La cara del cirineo de la Hermandad de la Paz es la de mi padre”, apunta.

Hermanas de la Esperanza. Hermanas de la Esperanza.

Hermanas de la Esperanza. / Juan Ayala

Mientras, los 317 nazarenos de la Esperanza rezan en San Andrés el vía crucis antes de que se abran las puertas del templo a los cordobeses para que visiten al Gitano y a la Gitana hasta prácticamente la medianoche. “Llevamos 24 años acompañando a Nuestro Padre Jesús de las Penas y momentos como estos en los que no lo podemos hacer son desoladores”, sentencia el director de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de La Pasión, de Linares (Jaén), Juan Luis López, quien refiere que la banda está integrada por unos “140 músicos, algunos son de Córdoba”.

“La decisión de no salir es complicada, dura, pero la coherencia tiene que primar y ya contamos los días que quedan hasta el próximo Domingo de Ramos, en el que María Santísima de la Esperanza estrenará la bambalina delantera del paso de palio”, insiste el vocal de Cultos de la Esperanza, Manuel Santos.

Un niño de la Hermandad del Huerto llora desconsolado. Un niño de la Hermandad del Huerto llora desconsolado.

Un niño de la Hermandad del Huerto llora desconsolado. / Miguel Ángel Salas

Son casi las 20:00 y parece apretar una lluvia que en un primer momento era una lluvia fina, tímidas gotas. El Huerto decidió no partir a las 17:30 desde la parroquia de San Francisco y San Eulogio, pero sí que están en las calle las hermandades del Amor y de la Vera-Cruz, que se estrena en Domingo de Ramos –hasta ahora salía en estación de penitencia el Lunes Santo– y que antes ha realizado un ofrenda floral a San Rafael en el Puente Romano.

Justo en este momento, a las 20:00, Nuestro Señor de los Reyes y María Santísima del Dulce Nombre entran en la Mezquita-Catedral, titulares de la hermandad pontificia de la Vera-Cruz, con sus banderas amarillas y blancas. A unas malas, se quedarán en el primer templo de la diócesis, pero parece que el agua va a remitir y que la Vera-Cruz podrá volver con sus 275 nazarenos a su templo, la parroquia de San José Espíritu Santo. La estación de penitencia de la Vera-Cruz deja un momento muy emotivo, una levantá del Señor de los Reyes en honor a Cristian, uno de sus costaleros que esta año no puede acompañarlo en las trabajaderas porque la esclerosis múltiple se lo impide.

El Cristo de la Vera-Cruz avanza por el Puente de San Rafael. El Cristo de la Vera-Cruz avanza por el Puente de San Rafael.

El Cristo de la Vera-Cruz avanza por el Puente de San Rafael. / Miguel Ángel Salas

Otro momento emotivo es la entrada por la Puerta de las Cofradías de la Mezquita-Catedral, en la que la Vera-Cruz es intensamente aplaudida por todos los presentes, mientras que por la Puerta del Puente aparece ya la Hermandad del Amor, enmedio de una lluvia que es cada vez más intensa.

El obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, es el encargado de proclamar la oración en la estación de penitencia que la Vera-Cruz realiza ante el Santísimo Sacramento en el interior de la Mezquita-Catedral. Mientras, la Hermandad de las Penas de Santiago avanza a poderoso paso –a paso de mudá– a pocos metros ya de su templo sufriendo el aguacero que está castigando la jornada cordobesa de Domingo de Ramos, con los músicos de la Agrupación Musical de Santa Cecilia (de Aguilar de la Frontera) enfundados en plástico para resguardarse del agua.

A pesar del aguacero, no se descompone el cortejo. Se arría el paso, apenas se deja descansar 20 segundos a la cuadrilla de costaleros para llegar cuanto antes a la parroquia de Santiago. Prácticamente, las Penas de Santiago arriba a su sede canónica algo menos de dos horas antes de lo que lo hubiera hecho en un Domingo de Ramos sin lluvia.

Estación de penitencia de la Hermandad del Amor. Estación de penitencia de la Hermandad del Amor.

Estación de penitencia de la Hermandad del Amor. / Juan Ayala

Ciudadanos del barrio y muchos otros cordobeses llegados de otros lugares de la ciudad se agolpan a las puertas del templo entre paraguas para contemplar cómo se pone el colofón a una estación de penitencia pasada por agua de la Hermandad de las Penas de Santiago, entre sones de la Banda de Santa Cecilia, en el caso del paso de misterio, y de la Banda de Música Las Golondrinas (Vélez-Málaga), en el caso del paso de palio de María Santísima de la Concepción.

Casi al mismo tiempo, la Vera-Cruz decide seguir desafiando a la lluvia y poner su cruz de guía en el Patio de los Naranjos y dejar el primer templo de la diócesis por la Puerta de Santa Catalina camino de su sede canónica de la parroquia de San José y Espíritu Santo. Una decisión que es frenada por unas precipitaciones que vuelven a ser intensas y que obligan a refugiar al Señor de los Reyes bajo los arcos de la Puerta de Santa Catalina. También la cofradía del Amor se resguarda de la lluvia dentro de la Mezquita-Catedral.Finalmente, tanto la corporación de San José y Espíritu Santo –la de la Vera-Cruz–, como la de la parroquia de Jesús Divino Obrero –la del Amor– deciden no arriesgar y se quedan en la Mezquita-Catedral.

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