Contrastes en una tarde tensa
3lunes santo en la provincia
La amenaza de tormenta lleva a numerosas hermandades a postergar su salida en procesión, y algunas se vieron finalmente sorprendidas por el agua
LUNES de devociones y sensaciones múltiples. Pozoblanco sigue en silencio a su Cristo amarrado a la columna mientras Puente Genil vibra con el enorme paso de la Santa Cena. En Montilla o Palma del Río priman el recogimiento, y en Lucena la algarabía rodea a los pasos llevados por los santeros. Es el lunes un día de transición, de procesiones tardías en espera de los días grandes, en el que la tarde transcurrió, de nuevo, mirando al cielo. Fueron muchas las hermandades que atrasaron su salida o acortaron su itinerario, lo que no evitó que, al final, la lluvia hiciera acto de presencia como ocurrió en Puente Genil.
Lunes Santo es sinónimo de Cofradía Franciscana de Pasión en Lucena. El Llanete de los Frailes, a pesar de ser un día laborable y de las previsiones lluviosas que amenazaban el cielo, se convirtió en un auténtico hervidero de ciudadanos aguardando la salida de los tres titulares que en solitario realizan su estación penitencial este día. A las 20:00 iniciaba su salida la cruz de guía, a la que le siguieron los hermanos ataviados con la tradicional túnica marrón inspirada en el hábito franciscano. Seguidamente salieron a la calle Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, la Santísima Virgen de las Angustias y María Santísima de la Pasión y Ánimas, acompañados todos ellos por los acordes musicales de la lucentina Agrupación Musical del Santísimo Cristo de la Humillación-Servitas.
PUENTE GENIL
El turno le correspondió ayer a la Sagrada Cena, cuya salida, prevista para las 19:00, se demoró media hora por la amenaza de lluvia. La hermandad, pese a ello, se vio sorprendida por la lluvia en mitad de su recorrido: la Virgen del Amor buscó refugio en la iglesia de los Desamparados, y el inmenso misterio de la última cena regresó rápidamente a su templo, San José. El paso iba escoltado por la escuadra de romanos de la Corporación Bíblica Los Testigos Falsos.
La Sagrada Cena es una de las cofradías más conocidas y queridas de la localidad y la envergadura del misterio aporta más valor aún al trabajo de los costaleros. María Santísima del Amor destaca por la dulzura y belleza de su rostro. El desfile procesional cuenta con momentos espectaculares, como la salida de la Virgen, que viene acompañada por una gran suelta de palomas.
MONTILLA
Había expectación en San Agustín ante la salida del Cristo del Perdón, que decidió postergar media hora su procesión por la amenaza de las nubes. La talla, concebida escultóricamente para ser vista desde abajo, es obra del artista montillano Cristóbal de Guadix en 1703, y durante varios decenios fue cedida a la parroquia de San Sebastián para participar en el vía crucis de la madrugada del Viernes Santo. Tras una restauración acometida en los 90, es sacado por hermanas cargadoras. Dispuestas en ocho varales exteriores, deleitaron al público asistente en la fresca noche de ayer.
Diez portadores llevan sobre sus hombros al Cristo de las Aguas junto a unos 60 nazarenos, rodeadas por una multitud de vecinos que realizaron el vía crucis. Este año, la novedad ha sido la música de capilla que ha acompañado a los fieles en sus 14 estaciones de penitencia, algunas de ellas en emplazamientos históricos como la Fuentecilla de los Frailes o la calle Santa Clara. Tras la procesión, la imagen quedó expuesta en la iglesia de San Francisco para un solemne besapiés.
Sin lugar a dudas, el Lunes Santo egabrense puede definirse como la jornada de los contrastes, ya que las dos hermandades que realizan su estación de penitencia cuentan con una idiosincrasia totalmente antagónica. La caída de la tarde sirve de contexto a la salida del Calvario. Las reducidas dimensiones de la puerta de los Remedios consiguen que los capataces y cuadrillas de las tres cofradías que en ella radican tengan que emplearse a fondo. El primer paso, el misterio del crucificado del Calvario se puso en la calle con gran solemnidad a los sones de la agrupación musical Santa Cecilia de Aguilar de la Frontera. Le siguió la Virgen del Rosario.
El contrapunto lo puso el silente caminar de la Hermandad del Cristo de la Sangre. Negro y rojo para acompañar a este crucificado que, tumbado sobre sus portadores, completa un sinuoso itinerario por las callejuelas blancas del barrio del Cerro.
BAENA
La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, el Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima desfiló por las abarrotadas calles del recorrido oficial, pero como es tradición lo hizo sin sus imágenes titulares, que no prosesionarán hasta la noche del Viernes Santo. En el día de ayer tuvo lugar la celebración de un Miserere, el canto del salmo compuesto por el rey David en señal de arrepentimiento. Este día es grande para los judíos de la cola blanca, ya que es el primero en el que pueden desfilar vestidos con toda su indumentaria.
Las puertas de la antigua ermita de San Gregorio volvieron a abrirse al anochecer para ver salir la imagen de Nuestro Padre Jesús del Silencio, un amarrado a la columna tallado en 1989 por Sara Trucios. En el cortejo le siguió María Santísima de la Salud. Ambos titulares despiertan una gran devoción entre la juventud pozoalbense, no en vano fue la primera hermandad local en sacar costaleros y, posteriormente, costaleras.
Pese a la incertidumbre generada por la inestabilidad meteorológica, pudo realizar su estación de penitencia la Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo de la Oración en el Huerto y María Santísima en su Desconsuelo. A las 21:00 se abrieron, ante una gran afluencia de público, las puertas de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, dando así paso al cortejo de nazarenos. Minutos más tarde, afloró el grupo de ciriales que guiaba por las calles de la localidad al Señor del Huerto. Detrás del paso, pusieron sus sones los músicos de la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de Arriate (Málaga).
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