El cabello es parte indispensable de nosotros y nos acompaña durante toda la vida: refleja cómo nos sentimos y transmite quiénes somos. Es un símbolo de identidad y aporta también un cierto grado de autoestima, sobre todo en las mujeres. Pero con los años, además de los cambios hormonales, se produce un proceso de envejecimiento natural en el que se producen cambios corporales que se reflejan tanto interior como exteriormente. Uno de los más visibles es la piel y el cabello. Como resultado de este envejecimiento celular y hormonal, los folículos pilosos se vuelven más débiles, más delgados, más frágiles y de color más claro. Además, el cuero cabelludo se vuelve más seco de lo normal y el cabello perdido no se puede reponer.
De esta forma, diversos estudios afirman que, mientras que la
alopecia androgenética se da en un 40% de los varones entre los 18 y 39 años, ésta asciende hasta un
95% en los mayores de 70. Asimismo, es importante recalcar que esta pérdida de cabello o adelgazamiento sustancial del mismo afecta tanto a hombres como a mujeres, ya que, en etapas hormonales como la
menopausia, se produce una pérdida de grosor del pelo y un cambio de textura en el mismo, al darse un
descenso progresivo de los estrógenos y la progesterona frente a los niveles de testosterona, lo que afectará, en muchos casos, al folículo.
En este sentido, y con motivo del
Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra cada 1 de octubre, el
Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, ha querido lanzar los
trucos y consejos definitivos sobre cómo
cuidar el cabello en la Tercera Edad, una fase vital importante en la que se produce menos colágeno y se ralentiza la renovación celular, lo que reduce la cantidad y calidad del cabello. Esto, en muchos casos, provoca alopecia. Por eso es importante extremar los cuidados del cabello en la tercera edad para seguir luciendo un
cabello sano, fuerte y sedoso, que refleje un estado general de buena salud y una buena autoestima.
OTROS FACTORES EN SU DESARROLLO
La alopecia androgénica es común en personas mayores de 70 años y está causada principalmente por
factores genéticos, pero el estrés, la
deficiencia de hierro, el hipotiroidismo o la diabetes también pueden influir en su desarrollo. El
Doctor Alberto Sánchez, de la clínica Hospital Capilar, explica que ''aunque no existe una alopecia específica para personas mayores, aunque las alopecias más frecuentes en el ser humano se presentarán de forma más agravada en este rango de edad''.
Por tanto, podremos encontrar como alopecias frecuentes la alopecia androgenética, que es más frecuente en hombres, pero hasta un 40% de mujeres la padecen, así como el efluvio o la alopecia frontal fibrosante, que aparece en adultos jóvenes y va desarrollándose con la edad''.
Por otro lado, según comentan desde la clínica capilar, también pueden influir otros factores como: dietas pobres en determinados nutrientes y minerales, o infecciones, debido a agentes patógenos como hongos, bacterias y virus.
Asimismo,
algunos medicamentos en estas edades pueden desencadenar alopecia de tipo efluvio, como los
antidepresivos, los
anticoagulantes o los
medicamentos de quimioterapia. Algunos fármacos utilizados son el Acitretino, Danazol, Heparina, Interferón, Ramipril, Warfarina o Timolol, entre otros, aunque ''generalmente este efluvio es reversible tras transcurrir entre 3 y 6 meses desde la suspensión del fármaco”, detalla el especialista.
CONSEJOS Y TRATAMIENTOS PARA CUIDAR EL CABELLO
Se recomienda llevar una dieta equilibrada y variada, que no tenga déficit de oligoelementos ni de nutrientes esenciales, siendo rica en vitamina A, B y C, biotina, hierro y cobre. Las legumbres, los vegetales de hoja verde, los pescados grasos o los frutos secos son claves para fortalecer la melena.
Es necesario proteger el cuero cabelludo de la irritación y la sequedad. Por lo tanto, es mejor secar el cabello al aire libre en lugar de usar un secador de pelo. También es importante evitar el uso excesivo de fijadores ,que pueden dañar las raíces y alterar el equilibrio natural del cabello, secando y dañando el cabello.
No abusar de tintes agresivos o permanentes, utilizar productos adecuados y adaptados que no provoquen sequedad en el cuero cabelludo o picores, eccemas o enrojecimientos. ''El uso de un champú con pH 5,5 que no altere el pH del cuero cabelludo, la utilización de protección sola o la eliminación de amoníacos en cosméticos, son algunos de los cuidados a tener en cuenta para tener un cuero cabelludo y un cabello sanos'', subraya el doctor Sánchez a este respecto.
En el lavado, se recomienda hacerlo con agua fría o tibia mientras se realizan masajes circulares para estimular la circulación de la sangre en el cuero cabelludo. Puede añadirse alguna mascarilla o sérum para revitalizar el cabello y volver a darle vida.
Finalmente, a la hora de recomendar el tratamiento, los especialistas destacan que es importante tener en cuenta si el paciente tiene un problema metabólico, si la causa es genética o si se trata de una infección de la piel o del cuero cabelludo. Algunos de los medicamentos recomendados en estos casos incluyen minoxidil o supresores de andrógenos, tratamientos de mesoterapia como el plasma rico en plaquetas (PRP) e incluso trasplantes de cabello.
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