Baena

Los vecinos de la calle Calderos temen el desalojo de al menos dos casas más

  • En la inspección del mediodía se observó un aumento del tamaño de las grietas

Ayer lunes se iniciaron los trabajos para desalojar la tierra acumulada a las espaldas de las casas 42 y 44 de la calle Calderos de Baena. Se trata de unos movimientos que han vuelto a levantar el temor de los vecinos a nuevos desalojos y, por los datos que manejaban ayer, se mostraron convecidos de que al menos otras dos casas de esta vía del casco histórico de la ciudad deben ser abandonadas por sus moradores.

Los afectados narraron a El Día que "a primera hora vinieron técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento para ver si habían aumentado las grietas durante el fin de semana y para aconsejar a la empresa promotora cuál era, según su opinión, la mejor forma de realizar el movimiento de tierras para no crear fisuras".

Los vecinos subrayaron que tal y como indicaban los testigos puestos el viernes, "las grietas no habían aumentado", pero en torno a las 13:00 la situación era distinta, "ya que como se puede ver, los testigos se han separado de las fachadas y las grietas en estas casas van en aumento, todo tras iniciarse los movimientos de tierras". Una vez descubiertos estos "leves movimientos", los vecinos volvieron a arremolinarse en la calle y lamentaron que "las casas 42 y 44 es posible que tengan que ser desalojadas; esperamos que no sea así y sus propietarios no tengan que pasar por lo que ya pasaron los dueños de las viviendas 38 y 40", indicaron.

Asimismo, insistieron en que "tememos que en cualquier momento se caiga alguna de las viviendas y lo haga sobre los trabajadores". En este sentido, indicaron que "el viernes por la tarde estuvieron aquí los vecinos de la casa 38 que fue clausurada y pudimos ver el interior. Es una imagen desoladora con rajas de hasta dos dedos en suelo y techos", recalcaron los afectados.

No obstante, los trabajos de consolidación del muro que está realizando la empresa Jumillo SL para la construcción de una veintena de viviendas podría frenar la aparición de nuevas grietas, de ahí que los afectados prefieran que se acelere esta fase de la obra antes que acudir a otras instancias, como la judicial, que podrían paralizar los trabajos de la promoción. En una de las casas desalojadas la semana pasada incluso se ha desprendido parte del techo.

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