Provincia

El tren recupera las vías

  • Casi cuatro décadas después, la línea férrea que unía Córdoba y Almorchón vuelve a transportar viajeros, gracias a la iniciativa de la Asociación de Amigos del Ferrocarril

Hay niños del Valle del Guadiato que por primera vez vieron ayer pasar un tren de pasajeros por sus municipios. Sus abuelos sí que conocieron aquella línea férrea que unía Badajoz con Córdoba, que desapareció hace ahora casi cuatro décadas, y en la que iban viajeros en lugar de transportar carbón. Empeñados en rescatar parte de aquel trayecto, la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril recuperó ayer parte de esta línea, una cita que congregó a más de 300 personas procedentes de la provincia de Badajoz, de la comarca del Valle del Guadiato y también de ciudades como Barcelona, Alicante, Bilbao, Madrid e, incluso, desde Oporto. Todas ellas, nostálgicos de aquellos trenes que tardaban horas y horas en llegar a su destino final y que hacía paradas cada poco tiempo para agrado de sus municipios y de sus vecinos.

Así las cosas, el tren partió a las 10:00 desde la estación de Almorchón; en concreto, el modelo 592.200, según explicó el presidente de la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril, Ángel Caballero, quien destacó la buena acogida que ha tenido la iniciativa ante el elevado número de solicitudes que han recibido para poder participar en esta singular excursión. "Soy de la zona y mi padre trabajó en la línea durante 32 años", rememoró, y añadió que el viaje de ayer "es uno de los recuerdos que tengo de mi más tierna infancia". La última vez que un tren de pasajeros discurrió por esta línea férrea fue en 1974. Según Caballero, "deberíamos haber luchado más para que no se hubiera cerrado".

El presidente de la asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril también aludió al modelo de tren elegido para rememorar este singular viaje, "el más añejo de todos". Eso sí, dejó claro que ante la avalancha de peticiones para asistir al viaje "queríamos haber puesto la máquina 598, que tiene megafonía para poder ir explicando el trayecto, pero como no tenía mucha capacidad lo tuvimos que desechar". A pesar de este leve contratiempo, Caballero avanzó que si vuelven a repetir la experiencia "la idea es utilizar un tren en el que todos los pasajeros puedan ir sentados".

Este colectivo realizada un programa de actos para todo el año y para 2012 incluyó este viaje. "No teníamos más remedio que incluir esta línea en la programación de actividades de este año y las peticiones han desbordado las expectativas", subrayó y destacó que "hemos tenido que cambiar de ferrocarril tres veces hasta encontrar este". Es más, continuó, "si hubiésemos tenido dos trenes, los hubiésemos llenado también".

La primera parada que hizo el convoy fue en el puente sobre el río Zújar, un momento que aprovecharon los viajeros para bajar y hacer cientos de fotografías. No en vano, la ocasión era casi histórica. Tras esta parada y ya en la provincia de Córdoba, el tren se detuvo en la localidad de Valsequillo, hasta la que acudió un nutrido grupo de vecinos y numeroso pequeños para comprobar su llegada. No en vano, el recuerdo más reciente que pueden tener es el de los trenes que transportaban carbón. La de Peñarroya-Pueblonuevo fue la siguiente estación en la que hizo su entrada el ferrocarril, a la que acudieron más de centenar de personas, que no quisieron desaprovechar la ocasión para subirse al tren, a pesar de la intensa lluvia que cayó en ese momento. Es más, la máquina estuvo parada durante algo mas de un hora debido al interés suscitado.

Tras Peñarroya-Pueblonuevo, los que pudieron disfrutar de la visita de este tren de viajeros fueron los vecinos de la localidad de Espiel. Allí, la asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril ofreció una comida a los asistentes, tras la que retomaron el camino hasta llegar a la última parada: la estación de la Alhondiguilla. Y luego, el camino a la inversa. En total y, según los cálculos del colectivo, el tren estuvo sobre la ya extinta línea férrea algo más de seis horas y media y recorrió más de 200 kilómetros.

Esta centenaria línea férrea, una de las más genuinas del ferrocarril en España, contribuyó de manera muy importante al desarrollo industrial de la comarca del Valle del Guadiato, ya que facilitó la explotación de las minas de carbón y dio lugar a la creación del famoso Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo.

Tras el éxito de la jornada, el presidente de la asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril hizo referencia al proyecto del tren turístico del Guadiato. Reconoció que aunque por el momento la idea se ha desechado "vamos a seguir trabajando en él porque los trenes turísticos son proyectos de gran interés".

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