Campiña Este

Los tambores de Baena resuenan en balcones y terrazas por San José

  • Son muchos los baenenses que no se han podido resistir a montar el tambor y a hacerlo sonar pese a las restricciones aún vigentes

Un grupo de personas toca el tambor con mascarillas en Baena.

Un grupo de personas toca el tambor con mascarillas en Baena. / S. Núñez

La víspera de San José ha vuelto a teñirse de tristeza y nostalgia. Un año más, y van dos consecutivos, los tambores no han podido salir a la calle para celebrar a golpe de baqueta, como es tradicional en Baena, el día del padre. Un 18 de marzo más, el latido de esta ciudad se ha vuelto débil y silencioso.

Pero, a pesar de las tristes circunstancias, aún hay en esta localidad quien se sigue resistiendo a no sacar el tambor en este día tan señalado y anhelado para los baenenses, por lo que, desde primera hora de la tarde, se ha podido oír el sonar de tambores aislados en balcones, terrazas o incluso a grupos reducidos de amigos en patios vecinales.

Sin duda, este es un fiel reflejo de que en Baena se hace ya muy duro el tener guardado el tambor y, a pesar de la complejidad que supone montarlo, son muchos los que han vuelto a sacar los aros, cordeles y pellejos y han puesto las prensas a trabajar para tener su sonoro instrumento, listo para durante estos días, quitarse al menos el gusanillo.

La actual crisis sanitaria se torna aún más dura y complicada para los baenenses en estos días. Resulta difícil el transcurrir de una nueva víspera de San José sin que Baena se abarrote de personas, muchas incluso venidas de fuera, tocando sus tambores por doquier, especialmente por el casco histórico, y visitando los candelorios que en los últimos años se estaban empezando a recuperar.

Una víspera de San José sin pandemia, desde poco después del mediodía, el aire estaría ya impregnado de olor a maderas quemadas y el sonar de tambores sería ensordecedor. Baena y su casco antiguo vibrarían de emoción y así se adentrarían en la noche y la madrugada en una jornada sin tregua y sin descanso a la luz de las hogueras.

Y es que en esta ciudad del Guadajoz la celebración de este día es una antiquísima tradición que lejos de perderse ha ido cobrando fuerza año tras año. Desde días atrás, los baenenses confiaban en que hiciera buen tiempo para salir a la calle y golpear con ímpetu el sonoro instrumento hasta altas horas de la madrugada. Este año en cambio, se han tenido que conformar con tocar en el interior de las viviendas ya que un bando prohíbe tocar en la calle.

Al menos, en este 2021 no estamos confinados a diferencia del año pasado, y nos queda el poder vivir de los recuerdos y llenarnos de ilusión y esperanza para que el 2022 nos permita al fin, decir adiós al coronavirus y poder retomar nuestras vidas tal y como eran antes de esta maldita pandemia.

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