El proyecto concebido en 2008 con el objetivo de centralizar en un mismo edificio las tres oficinas de la Seguridad Social en Lucena no culminará y desde este organismo han reiterado su decisión inapelable de paralizar definitivamente la construcción de un equipamiento ejecutado al 20%.

La directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, María del Carmen Armesto, a petición del alcalde de Lucena, recibió el pasado viernes, durante una hora y cuarto, a Juan Pérez en Madrid y le corroboró que las expectativas diseñadas hace más de 13 años y la estructura del organigrama vigente entonces “han quedado obsoletas”. Entre otros factores, de una plantilla que rondaba la treintena, en estos momentos ha disminuido de forma “considerable”. En cambio, ha aumentado progresivamente la atención telemática.

A pesar de que en el primer semestre de este año el Gobierno central obtuvo la licencia de obras relativa a la continuación de las obras en la superficie situada entre las calles Zagrilla, Montilla y Carcabuey, finalmente desecha una actuación presupuestada, en su origen, en seis millones de euros.

Esta entidad estatal se decanta por edificaciones más funcionales y adecuadas a las necesidades presentes. La responsable del INSS, según ha relatado Pérez, sí ha descartado la reducción de los servicios implantados en la localidad y ha “negado rotundamente” el traslado de la dotación prevista en el municipio a otra población de la provincia.

Aun con estas certezas, el alcalde lucentino se ha mostrado “ciertamente optimista” con las conclusiones extraídas en un encuentro desarrollado “entre una cordialidad absoluta” que ha de anticipar una “relación estrecha y fluida”. En todo momento, Pérez ha apelado a la “colaboración entre administraciones” como única fórmula que redundará en soluciones favorables.

Las opciones, todavía por explorar concretamente, que apuntalan el “balance positivo” evaluado por Juan Pérez residen en el “replanteamiento” de la utilidad de la infraestructura, la coexistencia de varias administraciones, como la estatal y el propio Ayuntamiento, o, incluso, la suscripción de una permuta. Las diferentes posibilidades se contemplan a “corto o medio plazo”.

De manera inminente, el INSS sólo ha expresado el compromiso de cerrar en su perímetro la estructura del edificio al objeto de evitar accesos indeseados y prácticas indebidas. Por lo demás, el alcalde ha reconocido que en el presupuesto del 2022 ninguna partida alude a inversiones nuevas en este espacio, localizado en la zona este de la localidad y, en consecuencia, cualquier proposición ya se demoraría del 2023 en adelante.

El alcalde, en la capital de España, esgrimió que la localización de este centro público permitiría prestar cobertura a 195.000 usuarios, en un entorno local y comarcal en expansión y, además, ha remarcado que los tres edificios que mantiene operativos la Seguridad Social en Lucena –dos en la calle San Pedro y otro en el centro de salud 1- adolecen de problemas de comodidad, accesibilidad y ventilación.