El resplandor único de la Urna de la Demanda Rica
lucena
Un millar de fieles acuden al Santuario de la Virgen de Araceli para contemplar la pieza en forma de templete
El Real Santuario de María Santísima de Araceli vivió ayer su segunda edición de la jornada de puertas abiertas que en esta ocasión contaba con la exposición de un elemento singular y de gran valor como es la Urna de la Demanda Rica. La jornada dio comienzo al término de la misa que tradicionalmente se celebra cada domingo a las 11:30 y, como destacó a el Día el hermano mayor de la Real Archicofradía, Rafael Ramírez, "más de un millar de fieles" visitaron durante toda la jornada el interior de la ermita, la capilla sacro penitencial, el camarín, las antiguas atarazanas del Santuario contemplando las distintas fotografías marianas y enseres, la sala capitular o el coro. Pero, entre todos los elementos que los visitantes pudieron contemplar, ayer destacó especialmente la recién rehabilitada Urna de la Demanda Rica.
La historia remonta esta obra al año 1717, cuando uno de los hermanacos al servicio de la Virgen por aquel entonces, conocido por el nombre de Juan Banderas, lo trajo desde Argentina como obsequio a la Virgen de un marqués tras quedar maravillado con la imagen de la patrona de Lucena y las historias que Banderas le contó. Los hermanacos de la Virgen eran sencillos hombres de campo que solían llevar pequeñas copias de María Santísima de Araceli, en modestas urnas de madera y cristal, con las que recorrían los campos y pueblos cercanos pidiendo limosna para la manutención de la Casa. Fue en 1705 cuando el citado Banderas embarcó a las Américas para reunir una gran limosna con la que agasajar a su Patrona al regresar. Para ello, vendió el mulo que llevaba para pagar el flete de su persona, y de la pequeña urna, y se hizo a la vela sin dar cuenta de nada a la Casa de la Virgen. A su regreso, además del citado obsequio, lo acompañaban tres mulas bien cargadas, portadoras de suficiente cantidad de dinero y alhajas, más nueve lámparas de plata y diversos objetos, entre ellos el reloj de sol que se puso en la Sierra de Aras.
La Urna de la Demanda Rica está realizada "en ébano con chapadura de concha y nácar, en forma de templete o capilla, con su cúpula sostenida sobre ocho columnas salomónicas con bases y capiteles de plata", explicó Ramírez. A su llegada, quedó depositada al principio en el Santuario, de donde pasó al Palacio Ducal. Posteriormente, estuvo en la Casa de los Condes de Hust y en la de los condes de Valdecañas, permaneciendo hasta hace unos años en los domicilios de las respectivas señoras camareras. Actualmente se encuentra custodiada en la Casa de la Virgen y se expone al público sólo una vez al año coincidiendo con la celebración del besamanos en honor a la Virgen de Araceli.
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