La Navidad no es solo cosa de niños: más de 350 personas mayores disfrutan del Paseo de la Ilusión por las calles de Córdoba

¿Quién dijo que la Navidad solo es para que la disfruten los más pequeños? Aunque estas fechas tan señaladas tienen gran parte de su enfoque en que los niños y niñas alimenten su inocencia y se fascinen cada vez que el mes de diciembre asoma, la Navidad es para todos. Las familias al completo reciben regalos de los Reyes Magos, ven llegar a Sus Majestades el día de antes en la tradicional cabalgata y se agachan a por los caramelos que lanzan; también patinan en la pista de hielo, comen churros con chocolate caliente, hacen la ruta de los belenes y, por supuesto, se fascinan con ese alumbrado navideño que refleja en las calles de la ciudad la magia de la época.

De la Navidad disfrutan niños, adolescentes, jóvenes, adultos y también personas de la tercera edad. Es una época para todo el mundo. Hasta para quienes lo tienen más difícil. En este martes, el Paseo de la Ilusión ha vuelto a alimentar la emoción de aquellos que menos ocasión tienen de disfrutar y conocer de primera mano la Navidad cordobesa. De manera altruista, un total de 105 taxistas de Córdoba han ofrecido un emotivo recorrido a más de 350 personas mayores que viven en las residencias de la capital para que conozcan el alumbrado navideño de la ciudad y se diviertan en comunidad cantando villancicos y viviendo el ambiente de Córdoba.

Todos los taxis ocupados por personas mayores de residencias de Córdoba han partido desde el parking del Palacio de la Merced como es habitual para recorrer durante aproximadamente una hora y media las principales arterias del Centro de la ciudad: Ronda de los Tejares, República Argentina, avenida de la Victoria y la calle Concepción, dirección hacia Las Tendillas. La marcha, eso sí, es lenta con el objetivo de que los ocupantes de los vehículos puedan ver todos los detalles de la Navidad cordobesa, incluidos los coros, que han participado a pie de calle para animar a más de 350 personas mayores que han tenido la oportunidad de vivir la fecha más bonita del año de una forma muy especial.

Aunque son ellos los protagonistas, para los taxistas también se ha convertido esta cita "en una tradición más" que llena a todo el gremio "de mucha ilusión". Así lo ha explicado Alfonso González, taxista que han participado en 20 ediciones del Paseo de la Ilusión y que, por segundo año consecutivo, ha decorado su vehículo de la forma más original: colgando un belén en el capó. Bien atado y con todo lujo de detalle, su taxi ha sido uno de los más llamativos de esta mágica jornada: "Tengo la suerte de llevar hoy a mis padres en el coche y estoy encantado de poder disfrutar con ellos", ha comentado el taxista.

José María también es fiel a esta cita navideña y ha participado en las 21 ediciones que se han celebrado del Paseo de la Ilusión: "He estado en todas porque es algo muy bonito y es un placer que puedan disfrutar con nuestra ayuda. Hace unos días se celebró en Madrid la tercera edición de esta actividad cuando aquí la llevamos haciendo más de 20 años y es un orgullo ser pioneros", ha destacado el taxista minutos antes de partir hacia un recorrido que ha sido uno de los días más felices del año para centenares de personas.

Hay también personas mayores que han participado en las 21 ediciones celebradas, como ha asegurado el presidente de la Asociación Provincial de Autónomos del Taxi de Córdoba, José Antonio Coca, quien, liderando la comitiva de 105 taxis que este martes han guiado a las personas mayores hacia la ilusión, ha recordado que "la actividad empezó para darles este buen rato a los mayores, pero se ha convertido en el Paseo de la Ilusión de los taxistas".

Una iniciativa que comenzó con la participación de poco más de una veintena de taxis. Año tras año, viendo el éxito de la actividad y sobre todo el disfrute de centenares de mayores de Córdoba que también tienen el derecho de conocer de primera mano cómo se ilumina su ciudad en la época más mágica del año, los participantes han ido aumentando hasta superar el centenar de taxistas que desinteresadamente y con una sonrisa de oreja a oreja acercan la Navidad a quienes, pese a su edad, mantienen la inocencia de su infancia.

El Paseo de la Ilusión se estructura desde Autacor, de forma que reciben las peticiones y organizan con los taxis que se cuentan para distribuirlos de manera que se pueda recoger a todos los sitios. La asociación se comunica con las residencias, que les dicen la cantidad de personas que van a participar según un protocolo establecido. Cuando les confirman, organizan de manera que no haya ningún cabo suelto y habilitando que la Navidad no solo llegue a los más pequeños de la ciudad, también a aquellos mayores que la viven como su primera vez.