Alto Guadiato

Peñarroya-Pueblonuevo celebra el Día del Cerco: Humo de colores en las viejas chimeneas

Las chimeneas del Cerco expulsan humo de colores.

Las chimeneas del Cerco expulsan humo de colores. / Javier Pastoriza

Las viejas chimeneas del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo vuelven a encenderse. Aunque no expulsan humo negro como ocurría cuando formaban parte del paisaje industrial más potente de España, sino de colores. Y es que así se celebra el Día del Cerco desde hace una década, una efeméride que la asociación La Maquinilla quiere convertir en Fiesta de Interés Turístico Provincial. Por lo pronto, ya han conseguido que el Cerco sea Bien de Interés Cultual (BIC) y que los propios vecinos "hayan sustituido en su cabeza el sustantivo ruina por patrimonio", como subraya el presidente de La Maquinilla, Rubén Cañamaque.

El Cerco Industrial fue el mayor centro minero mundial durante las primeras décadas del siglo XX, aunque hoy día el deterioro, la contaminación del terreno y la burocracia administrativa impiden la recuperación de su dimensión para uso ciudadano. Pese a ello, se mantienen en pie 13 chimeneas, los elementos más llamativos del conjunto, y edificios notables por su singularidad arquitectónica, entre los que destacan la Fundición de Plomo, el Almacén Central, la Fábrica de Briquetas, el Edificio del Planning, los Silos de Fertilizantes, los Talleres de Vagones, todos ellos construidos en el siglo XIX, y la Central Térmica, de principios del XX.

Desde hace una década, se celebra el Día del Cerco con el encendido de las chimeneas, una actividad en la que colaboran Protección Civil y los bomberos del parque peñarriblense. "Es innegable que todo este tiempo ha servido para que la población local y especialmente la población joven haya cambiado la percepción sobre lo que tenemos, lo que no es un asunto menor. La ruina se abandona, pero el patrimonio trata de conservarse, o al menos se tiene la intención e hacerlo", insiste Cañamaque.

En el apartado puramente administrativo y de gestión, el Día del Cerco -subraya- también ha servido "para estimular a los poderes públicos en la búsqueda de soluciones para su protección, un aspecto tanto o más importante que el primero". Como ejemplo, la declaración como BIC.

Otro de los resultados de esta actividad ha sido la suspensión de actividades militares en este espacio y la anulación de permisos para celebrar partidas de airsoft por parte del Ayuntamiento, dado que se ha instalado en la población el concepto y entre nuestras autoridades de que el Cerco es un "espacio arqueológico de todos".

En esta décima celebración, participó el alumnado de los centros educativos Alto Guadiato, Florencio Pintado y Presentación de María, quienes protagonizaron una actividad de concienciación patrimonial para borrar los grafitis de la pared sur que afean el Almacén Central. También se ofreció un desayuno industrial

Hace diez años, el Ayuntamiento adquirió la titularidad del Cerco y se están realizando "diferentes rehabilitaciones y proyectos", como la recuperación del antiguo almacén, joya de las instalaciones y construidas bajo la dirección del gabinete de Alexandre Gustave Eiffel, aunque para actuar "de verdad" y dotar de vida a la zona "es necesario acometer el problema de la contaminación", como hace unos meses explicaba Luciano Carrasco, edil de Cultura y Turismo de la localidad.

El problema de la contaminación

Por el momento, ya existen estudios preliminares que muestran la presencia de "elementos contaminantes" como "metales pesados", tanto en los edificios como en la misma tierra, que precisan "de una catalogación, estudio y retirada" que la declaración de BIC debe "implicar e impulsar" y que obliga a la Junta de Andalucía a su intervención. Una descontaminación que es "vital" para lograr la "autorización" que permita la restauración de los edificios para ponerlos en uso "de inmediato", demanda Carrasco. "Edificio que se rehabilita, se le tiene que dar uso para la sociedad, ya que no tiene sentido dejarlo cerrado", pero siempre debe imperar "la protección de la salud".

El Ayuntamiento de Peñarroya ya trabaja en un "Plan director" o de "usos" para un recinto en el que "caben todas las posibilidades" y que, en ocasiones, es utilizado hasta por los miembros de la base militar de Cerro Muriano para sus maniobras y ejercicios de asalto, debido a su similitud con un paisaje y escenario de guerra.

El objetivo debe ser determinar las zonas concretas del espacio que están "contaminadas y las que no" y los edificios que "son seguros o no", ya que de lo contrario habría que "demoler". Y todo con la idea de crear un gran "parque" que se complemente con "equipamientos" y recuperar para Peñarroya la zona que la convirtió en zona minera mundial.

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