Un joven de 26 años, Rafael González, murió ayer en una calle de Lucena tras ser apuñalado por otro hombre de la misma edad con el que discutió y se enzarzó en una pelea. Los hechos tuvieron lugar en torno a las 14:15, cuando el fallecido aparcó su coche en la calle Manchados tras haber ido junto a su mujer a recoger a su hijo a la guardería. El presunto autor, P. J. B. M., que lo estaba esperando, comenzó a increparle y a gritarle "que le diera lo que le debía", según afirmaron algunos testigos presenciales. Tras la trifulca, de la que fueron testigos su mujer y su hijo, Rafael González cayó al suelo, "poniéndose morado en seguida", señalaron los vecinos de esta zona de Lucena.

Tras avisar a los servicios de emergencia, acudieron al lugar los hechos efectivos de la Policía Local, quienes detuvieron al presunto autor del apuñalamiento, así como el 061 y la Policía Nacional, que se han hecho cargo de la investigación. Los sanitarios trataron de reanimar a la víctima, algo que ya intentó anteriormente un vecino, si bien no pudieron más que certificar su muerte.

Fuentes policiales confirmaron que el presunto agresor le propinó una única puñalada certera en el pecho con un arma blanca. P. J. B. M fue conducido de inmediato a la Comisaría de la Policía Nacional, después de que varias de las personas que se encontraban en la calle trataran incluso de agredirlo.

Tras el levantamiento del cadáver, dos operarios de la empresa municipal Servimán se personaron en la calle Arévalo -próxima a la vía en la que ocurrió el suceso- para inspeccionar dos alcantarillas en las que podría estar el arma homicida, que al cierre de esta edición aún no había sido localizada por los investigadores.

En la calle se sucedieron las escenas de dolor, ya que los padres del fallecido vivían a escasos metros de donde el joven encontró la muerte. Hasta ese domicilio familiar se dirigieron vecinos, familiares y amigos, que no daban crédito a lo que había pasado.

Unas horas más tarde, la Policía Nacional confirmó que se había iniciado la búsqueda de una segunda persona, que podría estar junto al presunto agresor en el momento en el que ocurrieron los hechos. Se trata de una mujer morena que aún no ha sido localizada, que no se descarta que esté implicada y que podría aclarar dónde está el arma. Los vecinos que fueron testigos de la discusión indicaron que todo apunta a un ajuste de cuentas entre estos dos jóvenes lucentinos, si bien este extremo no ha sido confirmado todavía. El único detenido hasta ahora pasará hoy a disposición judicial tras prestar declaración ante los agentes que se han hecho cargo de la investigación.