La Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra es muy conocida. Recoge elementos patrimoniales del territorio español en riesgo de desaparición por su mal estado de conservación, una llamada a la acción de las administraciones para la recuperación de esos inmuebles y zonas, evitar que entren a la Lista Negra y conseguir, por el contrario, que entren en la Verde. Aunque en Córdoba hay 13 bienes en la Lista Roja del Patrimonio, desde el año 2021 no se han incluido nuevos inmuebles en ella. 

En esa Lista Verde se incluyen los bienes que han sido retirados de la Lista Roja al desaparecer el riesgo que presentaban. Esta sí se ha actualizado más recientemente, la última vez en marzo de 2023 cuando el Parador de Montilla salió al fin de peligro tras su restauración. Estos son los bienes de Córdoba que incluye en la actualidad.

Puente Romano de Villa del Río

En total, son cuatro los bienes de la provincia de Córdoba que, tras salir de la Lista Roja, ahora gozan de un buen estado de salud. El primero en ser incluido fue el Puente Romano de Villa del Río, el monumento más antiguo de la localidad. Estuvo en la Lista Roja desde 2012 por el riesgo de derrumbe de la bóveda central, el deterioro progresivo en general, la pérdida de sillares y el hundimiento por las riadas que sobrepasan el nivel del puente. Salió en 2018 tras los trabajos de consolidación por parte de la Junta de Andalucía.

Puente Romano de Villa del Río.

A lo largo de la historia, el puente ha sufrido reparaciones que han permitido que siempre estuviera en óptimas condiciones para su uso, pues sobre él pasó todo el tráfico de la actual carretera N-IV hasta 1965. Sobre él se perciben reparaciones medievales, modernas y del siglo XX, según el informe de Hispania Nostra. El puente está catalogado como Bien de Interés Cultural y de original conserva todos los arcos, con restituciones muy puntuales de algunas dovelas y los paramentos superiores a los arcos, reconstruidos en época moderna, así como el tablero. 

Castillo de Belalcázar

Tuvieron que pasar dos años para ver salir otro bien de esa Lista Roja. El Castillo de Gahete o castillo de Gafiq o de los Sotomayor y Zúñiga, en Belalcázar, se incluyó en la Lista Verde en el año 2020. Es una construcción de estilo gótico-militar, iniciada como protección y residencia de la familia de los condes de Belalcázar y señores feudales del territorio en aquella época. Su construcción data de 1450 y ahora también es Bien de Interés Cultural. De planta casi cuadrada, compuesta de ocho torres altísimas de planta también cuadrada, unidas por los correspondientes lienzos de muralla. Cuatro torres están en las esquinas y cuatro en los centros de los costados, descollando sobre todas la del homenaje.

Interior del Castillo de Belelcázar.

Se agregó en el año 2007 a la Lista Roja por su deterioro progresivo, el inminente riesgo de ruina y derrumbes en algunas zonas, pero el inmueble fue adquirido en 2008 por la Junta de Andalucía quien ha llevado a cabo el proyecto de consolidación y conservación del bien. Los trabajos para su recuperación han consistido en la consolidación estructural de los huecos y muros tanto de murallas como de torres; la restauración interior y exterior de la torre del homenaje que permite el acceso de visitantes a la terraza superior y la protección de las cubiertas y la adecuación de caminos con objeto de permitir el recorrido tanto por el recinto amurallado como por el perímetro del castillo.

Ermita de la Consolación de Bujalance

En el año 2015 la Ermita de la Consolación de Bujalance presentaba grave riesgo de derrumbe, pero fue recuperada como espacio destinado a fines culturales y sociales. Años después, se repararon los elementos constructivos del edificio, con el recalce de sus muros, su restauración, limpieza y consolidación, así como el derribo y reposición completa de sus cubiertas gravemente deterioradas y en situación de ruina.

Ermita de la Consolación de Bujalance.

Se trata de una sola nave de reducidas dimensiones planta rectangular y bóveda de cañón rebajado.  Los vanos entre nervios muestran una decoración sencilla con motivos geométricos. Las pechinas muestran rica yesería y escudos. La hornacina central está adornada con decoración polícroma, cuya imagen central, muy deteriorada, pudiera mostrar a la Virgen de Consolación.

Parador de Montilla

El Parador de Montilla fue construido a mediados del siglo XIX por Francisco Solano Rioboó y Mena. En el año 1877, la vivienda ya se conocía como casa de postas, siendo un punto crucial para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX, uniendo Córdoba, Sevilla y Málaga. Ha sido el último bien en entrar a la Lista Verde del Patrimonio. 

El Parador de Montilla, tras la rehabilitación.

El edificio estaba en pésimas condiciones de conservación. Prácticamente en ruinas, y había sufrido varios derrumbes en los últimos años que afectan a la estabilidad de la estructura. Este edificio conforma un lugar emblemático para los vecinos de Montilla, por lo que merecía la pena ser rescatado antes de que los daños fueran irreparables. Esto se llevó a cabo tras una inversión de 700.000 euros del Ayuntamiento de la localidad. 

Consta de dos cuerpos, uno destinado originariamente a vivienda donde residían los caseros y donde se recibía a los viajeros y otro a bodega, cuadra y pajar. Ambos cuerpos están unidos por otros dos situados a derecha e izquierda de ambos cuerpos principales, conformando un patio central cuadrado entre ellos.