Intervención

La Comisión de Patrimonio da el visto bueno a la restauración del alminar de Santa Clara

Fachada del antiguo convento de Santa Clara.

Fachada del antiguo convento de Santa Clara. / Juan Ayala

La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte, que preside el delegado territorial, Eduardo Lucena, ha informado favorablemente acerca del proyecto de restauración de los muros y la escalera de la torre alminar de la iglesia del antiguo convento de Santa Clara, así como de la rehabilitación y mejora de la accesibilidad y eficiencia energética de las dependencias anexas.

La torre presenta una degradación de su fábrica pétrea incluyendo la fractura y pérdida de peldaños. La restauración incluye un análisis arqueológico y estudios previos, limpieza de paramentos de fábrica de cantería, consolidación de la piedra en fachadas y machones, limpieza de escalones, restauración de escalones, así como sustitución de otros con nuevas piezas de piedra arenisca, tratamiento de protección biocida e hidrofugante, repasos en la cubierta del alminar, colocación de celosías de chapa perforada con marco de madera o metal para protección de huecos, así como instalación de sistema biodry para evitar daños por humedad.

La torre alminar es de planta cuadrada y una altura de 18 metros. Está construida con un machón central y muros perimetrales. Entre ambos se desarrolla la escalera de peldaños monolíticos. En la base, presenta un zócalo de piedra de mina de la fase barroca y tiene un acceso con dintel adovelado en el muro este. La torre se remata con un castillete datado en la segunda mitad del XIX.

En cuanto a las dependencias anexas, el proyecto incluye la eliminación de la tabiquería existente, quedando la crujía diáfana en planta baja y primera, sustitución del pavimento de planta baja para eliminar barreras arquitectónicas, reparación de la cubierta, trasdosado interior autoportante con placas de cartón yeso y aislamiento térmico, picado de fachadas y revestimiento con mortero de cal en dos capas, acabado general de paramentos con pintura al silicato, nuevas instalaciones de electricidad, iluminación, telecomunicaciones, protección contra incendios, ventilación y climatización, así como tratamiento anti termitas y carcoma en los elementos de madera.

Estas dependencias conservadas del antiguo convento presentan una tipología de casa solariega, con crujías y galerías alrededor de medio patio. La intervención se centra en la crujía recayente a calle Rey Heredia, con dos plantas de altura y cubierta de tejado a dos aguas. La fachada presenta huecos ordenados y decoración ecléctica.

Antiguo alminar de Santa Clara

El antiguo alminar de Santa Clara fue declarado monumento histórico artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional por Decreto de 1931. Es Bien de Interés Cultural (BIC) en base a la Ley de Patrimonio Histórico Español y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) por la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía y cuenta con un entorno de protección de 50 metros. Además, el edificio forma parte del Conjunto Histórico de Córdoba declarado también BIC. Está catalogado en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Córdoba como Monumento de la Villa. Las dependencias municipales anexas que formaron parte del antiguo convento están incluidas en el entorno de protección del alminar.

La iglesia del antiguo convento de Santa Clara responde a un complejo proceso de estratificación arquitectónica. La primera fase detectada corresponde a estructuras identificadas por algunos investigadores con una basílica paleocristiana del siglo VI, si bien para otros serían de uso doméstico. En el siglo X se levanta una mezquita sobre un edificio islámico previo. Tras la conquista cristiana, la mezquita se transforma en iglesia bajo la advocación de Santa Catalina. En 1265 se añadirán unas casas anejas para fundar el Convento de Santa Isabel, Santa Clara y Santa Catalina. Durante la existencia del convento, hasta la exclaustración del siglo XIX, el edificio experimentará importantes reformas, afectando especialmente a la iglesia. Tras la desamortización, el edificio funcionó como cuartel y después nuevamente como convento hasta mediados del siglo XX.

Llegó a ocupar toda la manzana definida por las calles Rey Heredia, Osio y Portería de Santa Clara, segregándose tras la desamortización en distintas propiedades. El Ayuntamiento de Córdoba adquirió en los años 60 del siglo pasado el edificio de la iglesia y dependencias anexas, redactándose por el arquitecto municipal Víctor Escribano Ucelay el proyecto de construcción del Grupo Escolar Julio Romero de Torres. Durante las obras se aisló mediante unos patios el edificio de la iglesia, antigua mezquita, implantándose el colegio en el resto de la parcela, con dependencias de nueva planta recayentes a calle Osio. De la zona conservada del convento se mantiene la mitad de un claustro barroco y crujías anexas, con fachada a calle Rey Heredia. Desaparecido el uso escolar, actualmente el edificio se ocupa con dependencias municipales.

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