Subbética

Lucena descarta el confinamiento y el alcalde llama a suprimir las reuniones familiares

  • Un millar de lucentinos guardan cuarentena en sus domicilios entre contagiados y sus contactos estrechos

  • Del número de hospitalizados por covid en el hospital de Cabra, el porcentaje de lucentinos alcanza el 70%

Confluencia entre la calle General Chavarre y Plaza Nueva de Lucena, al mediodía de este martes

Confluencia entre la calle General Chavarre y Plaza Nueva de Lucena, al mediodía de este martes / M. González

Un cálculo estadístico aproximado cifra en un millar los residentes de Lucena que han de obedecer un aislamiento exhaustivo. Un cómputo que agrega a los contagiados -150 en los últimos 14 días- y su círculo estrecho de contactos –en torno a cinco de media-, obligados igualmente a asumir la cuarentena sea cual sea la conclusión de la prueba PCR.

En un escenario de transmisión comunitaria, sin focos concretos, el acatamiento de esta prescripción sanitaria y social emerge como uno de los condicionantes indispensables en el objetivo de “contener y estabilizar” la pandemia en la localidad, manifiesta el alcalde, Juan Pérez (PSOE), quien excluye la posibilidad de proponer a administraciones superiores un confinamiento, determinación extrema “que hay que obviar”.

Efectivos de la Policía Local y Policía Nacional practican seguimientos a personas conminadas a permanecer en sus domicilios y ya han comprobado incumplimientos a esta directriz. Solo una orden judicial mandatada por la delegación territorial de Salud –en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado- permite actuar contra quienes infringen esta indicación.

Juan Pérez, expresamente reacio a limitar formalmente la movilidad social en la localidad, en una postura consensuada con las demás formaciones políticas, sí se decanta por conseguir, a través de la concienciación y la pedagogía, reducir al mínimo el tránsito de ciudadanos en la vía pública.

Las reuniones privadas, origen constante de casos

Las reuniones “en ambientes familiares” que trascienden del grupo habitual de convivencia y los encuentros de amigos, fundamentalmente en segundas residencias y zonas de campo, provocan, dice el regidor socialista, “la aparición constante de casos”, y es origen “de la inmensa mayoría de los contagios”, debido a “la tendencia a la relajación”. Frente a ello, emplaza a los lucentinos a comportarse de manera “tremendamente inflexible” y asimilar “a rajatabla” las instrucciones de las autoridades sanitarias.  

Salvo por la casuistica del ruido, los agentes policiales no están facultados para acceder a estas fiestas privadas y supervisar el uso de la mascarilla y certificar el respeto de la distancia social y tampoco se contempla, con claridad, un número máximo de asistentes, indican fuentes municipales. “Depende de nosotros”, admite el alcalde.

Con un índice de contagios por 100.000 habitantes superior a los 400, actualmente, entre un 60 y un 70% de los ingresados por coronavirus en el hospital Infanta Margarita de Cabra son habitantes de Lucena, un dato inquietante ya que, confirma el alcalde, “Lucena no tiene el 60 ó el 70% de la población de la comarca”.

En una comparecencia posterior a la reunión de la comisión de Salud y la junta de portavoces, Pérez ha sostenido que “no hay problema en las actividades controladas” y justifica la continuidad de los mercadillos, donde “es imposible tomar más medidas”, aludiendo al control del aforo, toma de temperatura generalizada y declaraciones responsables de los vendedores, y por su repercusión económica en múltiples familias.

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