Medio Ambiente

La Guardia Civil impone 117 multas en 107 cacerías en la provincia de Córdoba

  • El Instituto Armado reactiva la operación Sierra para luchar contra el furtivismo

  • Los agentes intervienen 140 kilos de carne de ciervo de piezas capturadas de manera irregular

Agentes de la Guardia Civil durante una inspección en una montería.

Agentes de la Guardia Civil durante una inspección en una montería. / El Día

La Guardia Civil llevó a cabo durante la pasada temporada de caza en la provincia de Córdoba un total de 532 actuaciones entre identificación de personas y vehículos, verificación de actividades cinegéticas, inspecciones y vehículos. Además, inspeccionó 107 cacerías de diverso tipo, que dieron como resultado 117 infracciones administrativas por vulneración de preceptos en materia de caza.

Estos son algunos de los resultados que ha dado a conocer el Instituto Armado con motivo de la reactivación de la Operación Sierra, un operativo especial de servicio que se desarrollará principalmente en los acotados de caza mayor y sus proximidades, que se concentran esencialmente en la zona norte y centro de la provincia, tras el inicio de la berrea en el campo y que desarrollada fundamentalmente a través de sus unidades especializadas en la Protección de la Naturaleza (Sedrona).

En la misma información, la Guardia Civil ha señalado que como consecuencia de las denuncias intervino un arma de fuego, así como material de apoyo para cometer episodios de furtivismo, como un visor, dos navajas, un hacha, un reclamo electrónico y una sierra, además de 140 kilos de carne de ciervo procedente de piezas capturadas de manera irregular.

Hasta febrero de 2020

En concreto, la primera fase de este operativo se inició a finales del pasado mes de agosto, dado que en estas fechas los cérvidos ya cuentan con cuernas desarrolladas y se inicia su período de reproducción. En esta fase la Guardia Civil desarrolla fundamentalmente labores de prevención y erradicación de episodios de furtivismo.

La segunda fase del operativo, por su parte, comenzó el pasado 12 de octubre y se prolongará hasta el próximo 9 de febrero de 2020, fecha en la que finaliza la temporada. En esta segunda fase, la Guardia Civil orientará principalmente los servicios al control, inspección y verificación de las modalidades de caza autorizadas incluidas las nuevas modalidades de caza implementadas por el Decreto 126/2017, de 25 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la  Caza en Andalucía.

Al detalle, se centrará en servicios de control para las modalidades conocidas como “a diente en mano”, para la captura con perro del conejo y el “aguardo nocturno para jabalíes”, para caza mayor y “perros de madriguera”, exclusiva para la caza del zorro.

Para ello, realizará actuaciones de comprobación de las autorizaciones administrativas de los propios cazadores y de las rehalas participantes, y detección de la caza furtiva, comercialización y transporte de las carnes a los mataderos autorizados y con control sanitario, ejerciendo un especial control sobre aquellas monterías, batidas y ganchos conocidas como “mata y cuelga”.

El esfuerzo de las unidades implicadas tenderá a prevenir los episodios de furtivismo en un primer estadio y a denunciar las infracciones, cuando las mismas se produzcan. Del mismo modo, los procedimientos operativos de los servicios irán dirigidos a evitar episodios de “retranca” detección y erradicación de los “ganchos irregulares” y las “monterías ilegales”.

La Guardia Civil ha recordado también que en las monterías, debido al elevado número de participantes, el empleo de armas largas rayadas y el uso de rehalas serán objeto de una supervisión más detallada para evitar que se establezcan más posturas de las autorizadas y que se desarrollen con las medidas adecuadas al objeto de garantizar la seguridad de las personas participantes.

Certificación de las rehalas

Con respecto a las rehalas de perros utilizadas en este tipo de cacerías, la Guardia Civil  comprobará los certificados o talones demostrativos de haber realizado operaciones de desinfección de los medios de transporte de los perros. 

Los agentes, además, pretenden concienciar a los rehaleros de la necesidad de estar en posesión de todas las autorizaciones administrativas necesarias, la inscripción de los núcleos zoológicos en el Registro de Explotaciones Ganaderas de Andalucía, seguros de responsabilidad civil, licencias de caza, medios de transporte y capacitación de los conductores desde el punto de vista del bienestar animal.

De la misma forma, los efectivos verificarán el cumplimiento del Decreto 165/2018, de 18 de septiembre, por el que se regulan las condiciones sanitarias de la carne de caza en Andalucía con destino a consumo humano, Decreto que entró en vigor el 25 de septiembre de 2018.

El Instituto Armado ha recordado también que continúan en vigor las normas de naturalización de trofeos, según las cuales, aquellos cazadores que quieran naturalizar los trofeos de las piezas que abatan en las cacerías, podrán transportarlos en recipientes herméticamente cerrados, por ellos mismos o a través de terceros con destino a las taxidermias, acompañados del documento expedido por el veterinario en caso de monterías, ganchos y batidas o por el guarda del coto respecto a recechos y aguardos. 

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