Toros

Ferrera y Escribano triunfan en la corrida de toros de Pozoblanco

Ferrera y Escribano salen triunfadores por la puerta grande del Coso de Los Llanos.

Ferrera y Escribano salen triunfadores por la puerta grande del Coso de Los Llanos. / Sánchez Ruiz

Los matadores Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Alberto Lamelas se han repartido este sábado siete orejas en Pozoblanco tras lidiar un encierro de Adolfo Martín, en lo que ha sido el debut de esta emblemática ganadería en el Coso de Los Llanos.

Antonio Ferrera se ha acoplado con la muleta ante el primer albaserrada, un animal en tipo y aplaudido de salida, que se ha mostrado noble y fijo. El extremeño ha estado mejor sobre la diestra, perfil por el que ha podido ligar con temple con más fondo en el arranque de una faena que ha menguado tras tomar la zocata y que ha resultado premiada con un apéndice.

En el cuarto, sin acción de capa, el extremeño ha madurado una faena que ha tomado vuelo tras las tres primeras series, donde ha crecido el animal, muy noble y con fijeza, al que le ha faltado humillar. Ferrera ha sacado a relucir su particular tauromaquia, acompañando las acometidas con series bien estructuradas. Faena en ebullición que ha calado en la grada, donde se ha pedido el indulto y que ha acabado con dos orejas.

Antonio Ferrera cierra una tanda con un pase de pecho. Antonio Ferrera cierra una tanda con un pase de pecho.

Antonio Ferrera cierra una tanda con un pase de pecho. / Sánchez Ruiz

Manuel Escribano ha completado una primera faena de inicio a fin, luciendo con la capa en el saludo y en un posterior quite. Tras mostrarse poderoso en banderillas, brillando por emoción en el último par, ha tomado la tela para dejar una faena con fondo, especialmente dulce con la muleta con la mano izquierda, donde se ha fraguado la obra. Ha toreado con temple y de frente, recogiendo pases de pitón a rabo con armonía.

En el quinto, ha toreado también con mando a la verónica. Con banderillas ha revalidado su propuesta en el tercio antes de tomar la zurda, cuajando ante un enemigo que ha humillado con enjundia y que ha sido siempre dirigido al natural.

Manuel Escribano mata al segundo de su lote. Manuel Escribano mata al segundo de su lote.

Manuel Escribano mata al segundo de su lote. / Sánchez Ruiz

Alberto Lamelas ha cortado una oreja de peso tras una faena con emoción. Se ha ido a portagallola, resolviendo antes de ser desarmado. Ha dejado una larga y tres verónicas. Ha brindado a su apoderado, Antonio Tejero, antes de entregarse con valentía ante un dudoso adolfo, que ha planteado dificultades, porque recortaba y buscaba.

Al último lo ha lanceado con vistosidad, dejando una larga cambiada. Ha estado de nuevo entregado con la capa en los quites y con la muleta ha insistido con pureza con la zurda. Otra vez, firme y verdadero, ha matado con acierto para recibir premio al tesón y disposición.

Alberto Lamelas da un muletazo al natural. Alberto Lamelas da un muletazo al natural.

Alberto Lamelas da un muletazo al natural. / Sánchez Ruiz

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios