Un día cualquiera en la antigua Roma

almedinilla

Festum reivindica el pasado íbero y romano de la localidad de la Subbética con un completo programa que aúna ocio y cultura Los alojamientos del entorno se encuentran completos

Espectáculo durante una de las noches en Almedinilla.
Ángel Robles

15 de agosto 2016 - 05:01

Una jornada cualquiera en una ciudad de provincias de la antigua Roma: gladiadores vocingleros arman jolgorio en su campamento, el tabernero sirve vino en la caupona, los tenderos exhiben su mercancía y el olor del pan recién cocido en la pristina envuelve el vecindario. Así es Almedinilla en los días centrales de agosto, una localidad que ha sabido convertir su pasado íbero y romano en el eje central de Festum, un festival que llega a su novena edición y que convierte este pequeño municipio de la Subbética de apenas 2.500 habitantes en un epicentro de divulgación de los usos y costumbres de Roma. Porque, como afirma el concejal de Cultura, Francisco Jurado, lo que ocurrirá en la localidad hasta el domingo de la próxima semana no es una romanada ni un mercadillo medieval al uso disfrazado con toga y sandalias.

Aquí todo se cuida al detalle, desde la mercancía que se ofrece en los puestos del cardo hasta la indumentaria que visten el medio millar de personas que se vuelca en la celebración. Y pone un ejemplo: "El año pasado hubo un comerciante que ofreció cerámica califal y le requerimos que la retira. La autenticidad y el rigor histórico son fundamentales", subraya el concejal.

Enclavado en el corazón de la Subbética, entre verdes montes que hacen olvidar por un momento que se está en pleno verano cordobés, Almedinilla presume de varios yacimientos arqueológicos que atestiguan una rica historia. Están los restos íberos del Cerro de la Cruz, con un horno para cerámica reconstruido que es único en España. Quedó encendido el miércoles, y el vídeo subido a Facebook por la organización hizo que algunos internautas pusieran el grito en el cielo ante la sensación de que el yacimiento había empezado a arder sin control. Pero así era hace más de 2.000 años. Las piezas cocidas, reproducciones de la época, serán puestas hoy a la venta en la casa del alfarero del poblado, uno de los estrenos de Festum. En Almedinilla también es posible visitar la villa romana de El Ruedo y un interesante museo arqueológico de entre cuyas piezas destaca una escultura de Hypnos, la personificación del sueño en la mitología griega.

De vuelta al casco urbano después de tan prolífico buceo en la Historia, quizás apetezca reponer fuerzas. Uno puede dirigir sus pasos al cardo romano, que a partir del mediodía es un derroche de togas y sandalias, cascos y diademas, falcatas, máscaras teatrales.... un concentrado de lo que cualquier escolar identifica con la vida en la antigua Roma. Quizás tenga la oportunidad de toparse con una cuadrilla de legionarios, pues este año la Legio Vernácula del Museo de Gilena (Sevilla) recreará cómo era su vida cuando Roma daba sus últimos coletazos, ya casi en la Edad Media.

"Festum es una de las razones por las que Almedinilla ha llegado lejos", destacó el alcalde del municipio, Jaime Castillo (PSOE), durante la inauguración el jueves por la noche. Durante los días que dura el festival -este año se ha ampliado de siete a diez días, para abarcar dos fines de semana-, el lleno está asegurado en los alojamientos y casas rurales del entorno, entre otros motivos por la celebración de los banquetes romanos. Arrancan a las 22:00 y, durante cuatro horas, los asistentes tienen la oportunidad de ser partícipes de un convivium, con sus rituales y sus singularidades. Hasta que la noche avanza y el vuelo de Hypnos invita a cambiar la mesa por el lecho.

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