El cuarto de siglo del Encuentro

lucena

La hermandad del convento Filipense celebra en 2017 los 25 años de su fundación y llevará a la Virgen de Araceli en la Romería de Subida en junio

Capilla Filipense de Lucena.
Capilla Filipense de Lucena.
Clara R. Baum

10 de octubre 2016 - 05:01

El próximo 2017 se cumplirán veinticinco años desde que en la noche de un 23 de mayo de 1992, un grupo de cofrades fundase en los salones de la iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán la hermandad de Nazarenos del Sagrado Encuentro, Nuestro Padre Jesús de la Bondad, María Santísima del Divino Consuelo, San Juan Evangelista y San Felipe Neri. Dos años después, la cofradía trasladaría su sede canónica a la capilla del antiguo convento Filipense donde ha permanecido desde entonces. Se trata éste de un templo alzado en los albores del año 1700 y que sirvió como lugar de culto a las religiosas ubicadas en el convento anexo. En un principio, allí se establecieron las religiosas de las Escuelas Pías o Hijas de María, conocidas como Madres Escolapias y discípulas de San José de Calasanz y, posteriormente, a mediados del pasado siglo XX, se instalaría la congregación de religiosas Filipenses Misioneras de Enseñanza seguidoras de San Felipe Neri. Ambas, además, mantuvieron durante muchos años el centro educativo ubicado a las espaldas del templo donde, actualmente, se erige una guardería infantil contigua a la Residencia Nueva Aurora, establecida esta última en las dependencias del antiguo convento. Fue a finales del siglo XX cuando la congregación de las Madres Filipenses abandonaría Lucena siendo las Hijas del Patrocinio de María las únicas que ofrece en la actualidad formación reglada a los jóvenes lucentinos en el centro concertado que gestionan en la calle Antonio Eulate.

La capilla Filipense es de arquitectura neobarroca y, en ella se encuentran dos hornacinas que acogen a las imágenes de San José de Calasanz y San Felipe Neri reflejando la historia del templo. Ha sido precisamente la hermandad del Encuentro la que, gracias a un intenso y arduo trabajo -en el que los lucentinos han colaborado con sus aportaciones-, ha logrado rehabilitar y mantener en buen estado estas dependencias religiosas. Fue en 2008 cuando se iniciaron las obras de restauración del techo, la cubierta, el campanario, la pintura o la iluminación cuyos trabajos se prolongaron durante tres años, con un coste cercanos a los 90.000 euros sufragados íntegramente por la hermandad, y cuya reinauguración presidió el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en septiembre de 2011.

La hermandad ha vuelto a intervenir en las dependencias debido a "un problema de capilaridad", según explica a el Día el hermano mayor del Encuentro, desde hace un año, Manuel Navarro. Han sido unos trabajos consistentes en "introducir caucho antihumedad, pintar todo el templo hasta la altura de las hornacinas así como la puerta principal respetando la restauración que hizo en 2008 la Escuela Taller de Lucena y repasar las hornacinas, los exteriores de la puerta delantera y el confesionario", detalla.

Además de los actos previstos para la celebración de su 25 aniversario, que dieron comienzo ayer con una peregrinación a la Sierra de Aras para darle gracias a la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz, la Cofradía será la encargada de portar sobre sus hombros a María Santísima de Araceli durante su Romería de Subida que tendrá lugar en el próximo mes de junio, una petición que realizaron en 1999 y que 18 años después se hará realidad.

Cuatrocientos hermanos componen esta cofradía que da culto a las imágenes del Cristo de la Bondad, tallado en 1996 y María Santísima del Divino Consuelo y San Juan Evangelista, ambos de 1997, cuya estación penitencial realizan todas las tardes de Domingo de Ramos lucentinas. El resto del año, los fieles pueden contemplar las sagradas imágenes a través de la mirilla de la puerta principal donde, iluminados por una tenue luz, observan atentos el devenir de la historia y protegen a sus hijos que, aún con el pasar de los años, siguen regalándole oraciones.

stats