Adjudicadas por 1,6 millones de euros las obras de la nueva planta para el tratamiento de biorresiduos en Dos Torres

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Planta de gestión de residuos en Córdoba. / El Día

La Diputación de Córdoba ha adjudicado por un importe de 1,6 millones de euros a la unión temporal de empresas Ingedeca-Jocon las obras de construcción de la nueva planta destinada al tratamiento de biorresiduos, un servicio que se ubicará en las instalaciones que la Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente (Epremasa) gestiona ya en el municipio de Dos Torres. El plazo de ejecución de las obras es de cinco meses, según consta en el expediente de licitación, consultado por El Día de Córdoba.

La puesta en marcha de esta nueva infraestructuras es "fundamental" para que los municipios puedan cumplir con las "obligaciones legales y normativas" que supone la instalación del quinto contenedor en los municipios, dedicado específicamente a biorresiduos y que debe empezar a funcionar en primavera.

La memoria del proyecto explica que la provincia, excluyendo la capital, que cuenta con su propio sistema de gestión de residuos, "enfrenta actualmente una carencia significativa en infraestructuras adecuadas para el tratamiento de biorresiduos recogidos de manera separada". "Esta deficiencia no solo pone en riesgo el cumplimiento de las normativas vigentes, sino que también limita la capacidad de la provincia para gestionar eficientemente los residuos orgánicos, lo que podría llevar a un incremento en la cantidad de residuos que terminan en vertederos, con las consecuentes emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de recursos valiosos que podrían ser reciclados y reutilizados", explica la Diputación.

Producción de compost de alta calidad

En este contexto, la construcción de una nave industrial en Dos Torres, diseñada específicamente para el tratamiento de residuos orgánicos, "es una necesidad urgente y prioritaria". Y es que esta instalación permitirá implementar un sistema de "tratamiento y fermentación" de la materia orgánica procedente de la recogida selectiva, cumpliendo así con las exigencias técnicas y operativas "más rigurosas".

El objetivo es que, fruto de este procedimiento, se produzca "compost de alta calidad" que podrá ser utilizado en la agricultura, la jardinería y la regeneración de áreas degradadas, sustituyendo así el uso de fertilizantes químicos y contribuyendo a la mejora de la estructura y fertilidad de los suelos en una región como la española, donde la degradación del suelo es un problema significativo, explica la memoria. Además, la construcción de esta infraestructura tiene un impacto positivo no solo en términos ambientales, sino también "en el ámbito social y económico".

La planta de tratamiento de biorresiduos, en la CO-7413

La planta de tratamiento de biorresiduos se ubicará en el Centro de Transferencia de Dos Torres, en la carretera CO-7413, y consistirá en una nave industrial con una superficie de 2.500 metros cuadrados, con una línea para el tratamiento y una zona para fermentación de compost, que posteriormente se le dará salida comercial como abono de alta calidad.

La línea de tratamiento, que en su primer año recibirá a 1.493 toneladas y cuenta con capacidad para 10.000 toneladas cuando esté a pleno rendimiento, constará de dos modos de funcionamiento. El primero es para el pretratamiento de la fracción orgánica de recogida selectiva, con el que se eliminarán los inertes e impropios de tamaño superior a 80 milímetros mediante cribado y apertura de bolsas, y un segundo de afinado de compost. Con este último, se eliminarán los inertes mediante cribado y separación por densidad de producto, es decir, se eliminarán los elementos gruesos, densos y pesados, consiguiendo un "compost de calidad óptima".

Técnicamente, la carga del biorresiduo se realizará mediante pala cargadora y se depositará en un equipo pulmón alimentador de cadenas. A continuación, se descargará el flujo en el trómel de cribado, que tendrá pinchos desgarradores para abrir las bolsas que contienen la fracción orgánica. En cuanto al proceso de fermentación, tendrá una duración de entre 10 y 16 semanas en total, tiempo que se dividirá en dos fases: descomposición (unas seis semanas) y maduración (diez semanas como máximo).

El contenedor marrón, un "desafío presupuestario"

Epresama ya ha dado los primeros pasos para la instalación del quinto contenedor, de color marrón, para biorresiduos, en los pueblos de Córdoba. El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, ya explicó que se trata de un "desafío presupuestario" que supondrá una inversión superior a los cinco millones de euros y que responde a la obligación de cumplimiento de la ley de economía circular.

El quinto contenedor o contenedor marrón se usará exclusivamente para depositar los biorresiduos o residuos orgánicos, que suponen alrededor del 40% de los que se producen en los hogares. Se deben depositar solo restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, de marisco y de frutos secos, otros restos de comida, posos de café e infusiones, tapones de corcho (sin añadidos de plástico u otros materiales), cerillas y serrín, papel de cocina sucio, servilletas de papel usadas y pequeños restos de poda y jardinería. Son basuras que, ahora, se echan en el verde.

La intención del equipo de gobierno provincial es que el contenedor "se implante en todos los ayuntamientos, independientemente de su tamaño", al mismo tiempo, y aunque la obligación es hacerlo ya se espera que el proceso paulatino se alargue "dos o tres años".

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