Montilla-Moriles prevé un "impulso" al fino al aceptar la UE su proceso natural

El consejo regulador destaca el producto como "único en el mundo" y recuerda que el sector reivindica desde hace 25 años que Bruselas permitiera elaborar los vinos sin añadir alcohol tras la fermentación

Rafael C. Mendoza

ESCAÑUELA (JAÉN), 03 de febrero 2011 - 18:37

El reconocimiento de la UE al proceso natural de los vinos finos de Montilla-Moriles dibuja un horizonte más esperanzador a la hora de comercializar el producto fuera de España. Así lo manifestaron ayer tanto el presidente de la denominación de origen cordobesa, Manuel Pimentel, como el delegado provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía, Francisco Zurera, al dar a conocer el nuevo escenario que genera el hecho de que Bruselas "legalice" la producción de los vinos generosos sin necesidad de añadirle más alcohol que el que produce el azúcar que lleva la uva. El consejo regulador prevé, en cualquier caso, un "impulso" importante por la "seguridad jurídica" que le aporta la nueva normativa, y por tratarse de un vino "único en el mundo", como así lo expuso el propio Zurera.

La antigua reglamentación europea en materia de vinos de licor -donde se encuadra los generosos y, por tanto, los finos- definía estos productos únicamente como unos vinos con adicción de alcohol y graduación alcohólica superior a los 15 grados. El nuevo marco, sin embargo, sí incluye la especificidad de los caldos cordobeses, que son capaces de llegar a los 15 grados por la propia fermentación de los azúcares, "algo que sólo puede conseguirse en esta tierra por el tipo de uva que se recoge", detalló Pimentel al explicar el giro de timón de la UE.

El vino dulce pedro ximénez, al igual que el fino, ha sido la otra variedad que se ha visto beneficiada ampliamente por el reconocimiento de Bruselas. La legislación anterior señalaba de esta forma que estos vinos debían ser "parcialmente fermentados procedentes de uvas pasificadas". La situación también ha cambiado y responde, por tanto, al modo de producción natural que ha demandado el sector cordobés en estas últimas décadas.

El consejo regulador señaló que la práctica ahora reconocida "mejora" la anterior redacción, ya que "la reglamentación comunitaria sólo permitía la salida a otras zonas como Jerez o Málaga de un producto parcialmente fermentado procedente de uvas pasificadas, cuando la tradición de elaboración ha sido la de no permitir dicha fermentación para cuidar las características organolépticas del mosto que confieren al pedro ximénez una singularidad única en el mundo".

El presidente del consejo regulador agradeció el trabajo realizado en este sentido por el delegado provincial de Agricultura, del que resaltó su "tenacidad", y recordó el "trabajo" efectuado para lograr que la UE reconozca los modos de producción "únicos" de los vinos finos y pedro ximénez de Montilla-Moriles. A pesar del esperado impulso comercial a estos caldos, Pimentel mostró su "admiración" por el vino de Jerez: "Siento una afectuosísima envidia por los vinos de Jerez", declaró.

Al margen de analizar los beneficios que reportará el cambio de normativa en el capítulo vinícola, Pimentel también informó de que el número de hectáreas dedicadas a este cultivo en la denominación de origen es actualmente de unas 6.500. Aunque es previsible una bajada de la superficie, el presidente del consejo regulador precisó que se estabilizará "en torno a las 6.000 hectáreas o algo más y esto es también razonable".

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